Mi primera incursión al callejón Diagon, acompañado por Ted Lupin, fue deslumbrante, por supuesto, pero no creo que deba narrarla en detalle. Ya he escrito bastantes páginas, y no he llegado a cubrir ni siquiera un tercio de mi historia. Compré mi varita en el negocio del señor Ollivander (madera de fresno, núcleo de colmillo de acromántula, veintiséis centímetros de largo), mis libros, mi lechuza mensajera, mi túnica, etc. No hubo ningún incidente verdaderamente memorable o significativo.
A mi llegada a la estación de King’s Cross, me despedí de mis padres. Ted Lupin me había explicado cómo entrar a la plataforma 9 y ¾, de modo que no debí pedirle ayuda a ningún mago que pasase por ahí, como supe que tuvo que hacer Harry Potter. Y como me habían traido a la estación temprano -mis padres eran fanáticos de la puntualidad, un rasgo que acabaron por transmitirme-, conseguí un compartimiento para mí solo. Desde la ventana vi cómo llegaban decenas de familias de magos y brujas con sus hijos. Advertí que muchos elegían muy mal sus ropas muggles, aunque eran minoría. Casi todos sabían disfrazar su condición de magos o brujas bastante bien.
Los chicos y chicas fueron despidiéndose de sus padres y entrando al tren; los escuché ocupar los diferentes compartimientos, hasta que inevitablemente uno de ellos entró al mío. Se trataba de un niño de mi misma edad, de piel clara y pecosa y cabello rojo y rizado.
-Hola -saludó con timidez-. ¿Puedo sentarme contigo?
Yo asentí con la cabeza, y el chico se instaló en el asiento ubicado frente a mí.
-Me llamo Isaac Prewett -dijo-. ¿Y tú?
Saqué mi bloc de notas y, después de dudar unos momentos, escribí simplemente:
Me llamo Livius Black. Soy mudo.
Isaac leyó la nota y alzó las cejas, pero tan solo dijo:
-Bueno, encantado de conocerte -y me tendió la mano.
Yo se la estreché, un poco sorprendido por la naturalidad con la que lo había aceptado. Pero luego supuse que, siendo un mago, debía haberse encontrado con cosas muchísimo más raras que un chico mudo.
-Oye, ¿y eres de primer año, como yo?
Nuevamente asentí con la cabeza. Durante casi un minuto no supimos qué más decirnos el uno al otro, hasta que se me ocurrió una pregunta.
¿Tus padres son magos?
-No, pero sabía todo acerca de la magia antes de recibir mi carta de Hogwarts. Mi abuelo es un squib, ¿sabes qué es eso? -asentí- Bueno, él no tenía poderes como los de sus padres y sus primos, pero igual ellos lo querían mucho y no lo expulsaron de la familia, como pasa en otros casos, de modo que él jamás nos ocultó la existencia del mundo mágico. Murió cuando yo tenía ocho años.
¿Llegó a enterarse de tu primera manifestación de magia?
-Sí, y eso lo puso muy contento, pese a que lo que hice no fue muy agradable. Si no recuerdo mal, me enojé con mi madre por algo y en aquel momento todas sus copas se rompieron en pedazos. ¿Y tú qué hiciste?
Empujé a un chico que estaba a punto de golpearme sin tocarlo.
-Guau, lo tuyo fue espléndido. ¿Y puedes hacer algo de magia?
Me han explicado que está prohibido fuera de Hogwarts. Pero antes podía hacer algunas cosas a voluntad. Mover y hacer desaparecer objetos con magia, principalmente.
-Yo practiqué algunos hechizos de los libros que me compraron en el Callejón Diagon. Sin ofenderte, creo que o te explicaron mal o lo entendiste mal. Está prohibido hacer magia fuera del colegio a partir que uno pasa a ser alumno. Pero en el período entre que uno recibe su carta de Hogwarts y que uno va a Hogwarts hay algo así como una «laguna legal». Podemos hacer magia a pesar de que estamos al corriente de que somos magos y tenemos prohibido hacer magia fuera del colegio, porque todavía se nos considera inimputables. Es muy complejo y ni yo lo comprendo del todo, pero no nos está prohibido hacer magia, al menos por ahora.
A mí Isaac me pareció gracioso. Me recordaba a esos abogados astutos que salían en las series de televisión, siempre buscando formas de torcer la ley sin quebrantarla. Se lo hice notar, y no se mostró enfadado sino un poco orgulloso de sí mismo. A continuación le pregunté a qué Casa quería ir.
-No lo sé. Mi abuelo nunca me dijo gran cosa sobre las cuatro Casas de Hogwarts, tan solo los nombres y una breve descripción. Según él, Gryffindor valora la valentía y la nobleza de corazón, Hufflepuff la lealtad y el esfuerzo, Ravenclaw el ingenio y la búsqueda de saber, y Slytherin la astucia y la ambición. Me dijo que sus padres habían ido a Ravenclaw y sus primos Fabian, Gideon y Molly, a Gryffindor.
Fue poco después de eso que entró una señora con un carrito repleto de golosinas. Isaac y yo estabamos acostumbrados ya a manejarnos con dinero mágico, pero no conocíamos mucho acerca de los productos. La señora nos recomendó las Ranas de Chocolate y seguimos su consejo. Descubrimos en ellas varias tarjetas sobre magos y brujas famosos.
Una de ellas me llamó la atención por el apellido del personaje del que hablaba. Decía:
Remus John Lupin (1960-1998 ). Destacado miembro de la Orden del Fénix, combatió a Tom Ryddle durante la Primera Guerra (1973-1981). Fue profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras de Hogwarts en 1993-1994. Al comenzar la Segunda Guerra en 1995, Lupin se unió nuevamente a la Orden y luchó en la Batalla del Departamento de Misterios (1996), la Primera Batalla de Hogwarts (1997) y la Segunda Batalla de Hogwarts (1998), donde murió asesinado por el Mortífago Antonin Dolohov.
La imagen mostraba a un hombre idéntico a Ted Lupin excepto por la edad y el color de pelo. En otra de las tarjetas me encontré nuevamente con el apellido Lupin.
Nymphadora Tonks Lupin (1973-1998 ) Auror y miembro de la Orden del Fénix, luchó durante la Segunda Guerra (1995-1998 ) contra Tom Ryddle, combatiendo en la Batalla del Departamento de Misterios (1996), la Primera Batalla de Hogwarts (1997) y la Segunda Batalla de Hogwarts (1998 ), donde murió asesinada por la Mortífaga Bellatrix Lestrange.
La mujer de la imagen solo se parecía a Ted en el hecho de que su cabello cambiaba constantemente de color. Le comenté a Isaac sobre el apellido que compartía el Auror que me había informado sobre mi condición de mago y los dos personajes de los cromos, pero él no supo decirme nada al respecto. Cuando sacó de su envoltorio su cuarta Rana de Chocolate, vio otro cromo y me lo pasó, incapaz de decirme nada por tener la boca llena pero claramente asombrado. El texto decía:
Sirius Black (1960-1996). Miembro de la Orden del Fénix, luchó contra Tom Ryddle durante la Primera Guerra (1973-1981). En 1981 fue acusado por el asesinato de trece muggles, crimen del que en realidad era culpable el Mortífago Peter Pettigrew, y encarcelado en Azkaban. Consiguió evadirse en 1993. Cuando Ryddle recuperó su cuerpo y poderes en 1995, Black volvió a unirse a la Orden del Fénix, y combatió en la Batalla del Departamento de Misterios (1996), donde fue asesinado por Bellatrix Lestrange.
-¿Cómo es que tienes el mismo apellido? -preguntó Isaac cuando logró tragarse la Rana de Chocolate.
Yo entonces le expliqué todo lo referido a la familia Black y mi relación con ellos, aunque omití el tema de la jefatura. También le pregunté por Tom Ryddle, y allí fue que me contaron por primera vez, en forma bastante más suscinta que en los libros de Historia mágica, la historia de la guerra entre Lord Voldemort y Harry Potter. Isaac me comentó que dos de los primos de su abuelo, Gideon y Fabian, habían muerto durante la primera guerra, y que la tercera prima, Molly, había luchado en la segunda batalla de Hogwarts y había asesinado a aquella Bellatrix Lestrange que había matado a Nymphadora y a Sirius.
¿La has conocido?
-Solo una vez, cuando tenía cinco años ella vino a visitar a mi abuelo. Pero cuando él murió, perdimos contacto con ella.
A medida que el viaje avanzaba, empecé a sentir un poco de envidia por Isaac. Ambos compartíamos el hecho de que éramos los últimos magos que quedaban en nuestras respectivas familias y que éramos descendientes de squibs, pero Isaac tenía mayores conocimientos que yo sobre el mundo mágico y, obviamente, carecía del obstáculo que sería para mí la falta de habla. Pero Isaac era un chico demasiado simpático como para que esos sentimientos tan negativos echasen raíces profundas. No me fue difícil dejarlos de lado y concentrarme en nuestra inminente llegada a Hogwarts.
***
La estación de trenes de Hogsmeade rápidamente se abarrotó de alumnos de diversas edades cuando descendimos del Expreso de Hogwarts, y Isaac y yo temimos que nos perderíamos en la multitud, pero casi inmediatamente vimos a un gigantesco hombre barbudo que llamaba:
-¡Vengan aquí, todos los de primer año! ¡Aquí!
Su voz era atronadora, lo cual en esas circunstancias le era útil para imponerse al bullicio de los alumnos de años superiores y hacerse escuchar por los de primero. Pronto todos nos reunimos en torno suyo. Noté que el gigante saludaba con efusividad a un chico de cabello negro y ojos verdes y a una niña muy bonita de pelo rojo y ojos azules, a quienes llamó «Al» y «Rosie» e inquirió por sus padres. Luego se dirigió a todos en general:
-Soy Rubeus Hagrid, el guardabosques y profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas de Hogwarts, pero pueden llamarme simplemente Hagrid. Vengan, los llevaré a los botes.
Hagrid nos condujo a un pequeño muelle donde había varios botes amarrados. Él se sentó en uno junto a «Al» y «Rosie», mientras que los demás fuimos ocupando los restantes. Isaac y yo nos quedamos junto con un niño rubio y una niña de cabello oscuro, a quienes después identificaríamos como Scorpius Malfoy y Valerie Rosier. No intercambiamos palabra alguna durante el viaje, pues todos estábamos igualmente nerviosos.
El castillo de Hogwarts era una edificación que quitaba el aliento al verla por primera vez. Su inmensidad hacía que todos nos sintiésemos insignificantes. Incluso noté que Rosie y Al, que habían estado conversando alegremente con Hagrid, emudecieron cuando los botes se acercaron al colegio.
Una vez que desembarcamos, Hagrid nos condujo hacia las puertas del castillo, donde nos recibió un hombre que se identificó como Neville Longbottom, profesor de Herbología. Y mientras Hagrid se dirigía al salón donde se celebraba el banquete inaugural, para ocupar su puesto en la mesa de los profesores, Longbottom nos habló de las cuatro Casas del colegio y de la ceremonia de Selección y al cabo de un rato nos hizo pasar al Gran Comedor.
Imagino que no será necesario que les explique mi primera impresión de aquel enorme y maravilloso lugar, con su techo encantado, sus mesas repletas de platos, copas y cubiertos de oro sólido y los fantasmas deambulando de un lado a otro. Era un banquete para los ojos, que por un segundo me hizo olvidar la ceremonia de Selección.
Fue el Sombrero el que me sacó de mi trance con su canción. Mi memoria no es tan buena como para trascribir la canción palabra por palabra, pero basta decir que hablaba de la fundación del colegio, encomiando a los cuatro Fundadores y sus virtudes, para luego narrar su enfrentamiento y hacer un llamado a la unidad de las Casas. La canción sirvió para calmarnos un poco, y como mi nombre era por orden alfabético el tercero o cuarto, no tuve mucho tiempo de volver a ponerme nervioso. Cuando me llamaron, noté sin demasiada sorpresa muchos susurros y miradas de curiosidad por parte de los alumnos mayores y de algunos profesores; fue entonces cuando vi por primera vez a la directora Servilia Crouch, una señora de cabello castaño oscuro con algunos mechones plateados y glaciales ojos grises, que después nos daría tantos problemas.
El profesor Longbottom me indicó que me sentase y me colocó el Sombrero sobre la cabeza.
Vaya, vaya, susurró una vocecita en mi oido, aparentemente complacida. Un Black. Creí que se habían extinguido hace años. El último que tuve que Sortear fue el pobre Regulus, allá por 1972. Recuerdo que quise mandarlo a Gryffindor, como su hermano mayor Sirius, pero el chico me suplicó que lo pusiese en Slytherin. Era un muchacho muy valiente, en el fondo… Pero bueno, vayamos al grano. Veamos… Sí, tienes una mente brillante. Tu sed de conocimientos y tu sed de gloria están casi igualadas. Podrías ser un buen Slytherin, pero creo que te mandaré a…
-¡RAVENCLAW!
waw! me pareció oir al sombrero bramar! estupendo!
por cierto la Sra Norris andaría bien vieja en ese entonces no?
¡Genial! Me intriga mucho Livius… ¿va a haber otro capítulo?
Sí, Durward, va a haber una tercera parte de las Memorias. Ya la tengo casi terminada.
Saludos
Excelente historia.
Como todas las que estás escribiendo. Estoy ansioso por leer la continuación de la historia de Albus.
Saludos
Muy bueno!! Espero ansioso tu actualizacion!!!
Saluds
Si! Yo quiero otra parte mas woohoo! Muy buena esta paralela, ojala que dure mas que 3 caps 😉
Muy bueno, en verdad me encanto estoy esperando la tercera parte.
sha!!!!!loco k gana d str alpedo dliren pues +
m encant tu fics nserio, apurate cn la tercera parte
diosssss que bueno muy bueno vale te felicito por el primero y el segundo muy pero muy bueno vale
muii weno tu fic
me encanta
felicitaciones
=D
me encanta livius me hace recordar a harry cuando llego x primera vez a hogwats cuando conocio a ron en fin me hizo recordar cuando lei mi primer libro de harry potter, hacia tiempo q estab en la biblioteca de mi abuela pero no me interesaba me parecia estupido y lo unico interesante de esa biblioteca era flores en el atico y petalos al viento ( mis novelas favoritas) y ya las habia leido asi q lo tome solo x aburrimiento pero cuando empece a leer quede sumida en el!!!! anyway esto se desvio d elo q queria decir muy buen cap!!!! 😉
Martin, debes de perdonarme x dejar el fic!! En serio, perdoname, pero ya volvi!! 😀 Y seguire!! Pero en serio, perdoname, y pasa por Lorcan Lovegood porfis!! Eres mi lector mas especial, aunque ya no lees!! Pero aun, es un orgullo que comentes alla 😀 Pasate!!
Me ha encantado este capitulo (bueno la verdad todo me gustan), es bueno ver esta historia desde otro punto de vista y no hay otro mejor que el de Livius. Leere la tercera parte yaa!
ME PARACE QUE LA HISTORIA QUE ESTAS ESCRIBIENDO ES ENTRETENIDA PERO QUE NO TIENE UNA CRONOLOGIA EN EL TIEMPO MUY SEGUIDA.VAMOS QUE LAS HISTORIAS ESTAN UN POCO DESORDENADAS
Wow esta me gusto más que la primera aunque me había gustado que el informante fue Teddy Lupin.
lo mejor son las ranas de chocolates con la tarjeta de lupin y tonks… sinceramente me encariñe demasiado con lupin y su final.. y es bonito ver q en este muy buen fanfic se le recuerda 😉
Que buen detalle lo que dijo el sombrero de que casi manda a regulus a Gryffindor!!
Ollivander sigue vivo o es solo que su tienda sigue funcionando? y en el capitulo que Albus visita a Hagrid, es el mismo Fang o es un Fang 2? dado que tendria mas de 25 años. auque como animal del mundo magico podria vivir unos cuantos años.
1) Ollivander sigue en su tienda.
2) Creo que el perro de Hagrid en este fic ni siquiera se llama Fang. Tenía otro nombre.
1)ok
2)»Antes de golpear la puerta, espió por la ventana y vio a Hagrid sentado a la mesa, acariciando a Fang y mirando las llamas» es lo que lei, en el capitulo de la muerte de la faraona. solo queria sacarme dudas, cosa que con JK no puedo 😛
gracias
Bueno, Fang es un perro anormalmente grande, lo que significa que puede haber sido creado, o modificado, con magia, lo que puede haberle dado una longevidad superior a la de los perros normales.
ahi va. gracias 🙂
Las escenas entre Livius e Isaac me causaron nostalgia, ya que me recordaron a cuando Harry y Ron se conocieron por primera vez. Además, Livius me transmitió la misma sensación que me causó leer a cuando Harry ve por primera vez el castillo…
Por cierto, me perdí por un momento… ¿Apenas nos estamos enterando de que Livius entró a Ravenclaw? O no leí bien, o no me había dado cuenta que aún no contábamos con esa información, pero todo este tiempo pensé que Livius era de Slytherin…
Algo de lo que me acabo de dar cuenta es que seguramente varias de las memorias de Livius tendrán por función darnos pistas acerca del futuro de la historia, y en este caso apunta a Servilia, quien por lo visto dará bastantes problemas próximamente… No sé si estoy en lo correcto, pero tengo muchísimas expectativas en Servilia…
Muy buen capitulo!
Solo una pregunta: Si Hagrid ya no es el guardabosques (mencionaste en alguno de los caps anteriores que el esposo de Luna era el nuevo guardabosques, aunque Hagrid sigue trabajando como Prof. de Cuidado de Criaturas Magicas), por que aun sigue conduciendo a los de primero al castillo en los botes? No es eso trabajo del guardabosques?
Es solo una simple pregunta… Supongo que Hagrid podria seguir llevandolos porcostumbre, o por orden de la directora…
Me encanta tu historia! Seguire leyendo
¿De dónde sacaste que el marido de Luna es guardabosques? ¿No te estarás confundiendo con otro fanfic?
yo también lo leí. Fue en bloghogwarts, hace un poco más de dos meses. Salía que Rolf Scamander era el marido de Luna, y que se había convertido en guardabosques. Y que Hagrid trabajaba como profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas.
Por favor, contéstame.
P.D. : También leí n una parte que Lily va a Slytherin y se enamora de Malfoy, y que Scorpius traiciona a Rose besándose con Lily
EPIC FFIC CONFUSION TRYING TO SAY SOMETHING INTERESTING FAIL.
Qué interesante lo que escribes, martín -exclamé la primera vez que leí uno de tus fanfic.
Entonces Livius, Harry, sus hijos, Isaac, los Malfoy, y todos ellos, son parientes entre sí, ¿no?
¬¬ se que llegue tarde a leer esto, pero te admiro muchisimo! podrias llevar a escribir muy buenos libros…
Gracias, eso espero hacer en el futuro 🙂