La Piedra Filosofal descansaba sobre el pecho desnudo de Draco Malfoy, y el blanco de su piel hacía que el rojo pareciera aún más brillante. Mientras Lily subía y bajaba sus caderas, tuvo la fugaz impresión de que la Piedra era, de hecho, el corazón de Draco.
Lily había esperado a Draco completamente desnuda, y solamente le había desabotonado la camisa y abierto la bragueta antes de lanzarlo sobre la cama y empezar a hacerle el amor. La idea de ponerle la Piedra encima se le había ocurrido espontáneamente, por diversión, mientras las manos de Draco se deslizaban desde sus nalgas hasta su cintura, luego hacia su estómago y finalmente hacia sus senos.
Ella solo estuvo encima de Draco durante unos minutos, y luego cambió de posición, de tal manera de poder chuparle la verga mientras su propia entrepierna quedaba encima de la cara del padre de Scor. Pero Draco, en vez de devolverle el sexo oral, le separó las nalgas y le introdujo un dedo en el culo. Lily soltó un gemido de sorprendido placer, y al mismo tiempo que se la chupaba, empezó a mover de nuevo las caderas, pero esta vez hacia adelante y hacia atrás, para ayudar a Draco a penetrarla con su dedo (y luego, con dos dedos). La Piedra Filosofal, de alguna manera, había conseguido permanecer en equilibrio y ahora estaba apretada entre el estómago de Lily y el pecho de Draco.
Los dedos de Draco entraban y salían del culo de Lily cada vez con más facilidad, y estaban clavados en su interior hasta los nudillos. Al final, Draco puso la Piedra Filosofal encima de la mesa de luz, hizo que Lily se tendiera boca arriba y empezó a masturbarse encima de su cara. De vez en cuando, le daba golpecitos con su pene en las mejillas. Cuando acabó, la muchacha tenía gotas de semen que iban desde la frente hasta la barbilla. Lily, que simultáneamente había empezado a colarse dedos, no tardó mucho más en alcanzar el orgasmo.
Draco encendió un habano y comenzó a lanzar volutas de humo mientras miraba al techo. Lily apretó su cuerpo contra el de él, y de vez en cuando le pedía al padre de Scorpius que le convidara una pitada.
—Así que lograste robarle la Piedra Filosofal a tu querido hermano.
—No, solo traje una réplica para darte falsas ilusiones.
—Sentí su magia cuando la pusiste en mi pecho. Es intensa.
—¿Quieres robármela? —preguntó Lily, divertida.
—¿Para qué? —dijo Draco con serenidad— Yo ya tengo dinero, y no me interesa vivir eternamente.
—Te creo. Lo que pasa es que a ti no te gusta tener dinero, te gusta hacer dinero.
—Es cierto. Por eso tengo todo mi oro guardado en una bóveda y vivo en una modesta cabaña en el bosque —dijo Draco, arrastrando las palabras como era su costumbre.
—No digo que no te guste usar tu dinero. Tienes la mejor ropa, comes los mejores platos, fumas los mejores cigarros, y vives en una mansión. Pero en el fondo tu pasión es ganar dinero. Si te ofrecieran la posibilidad de disponer de una fortuna sin tener que hacer el menor esfuerzo ni correr el menor riesgo para acrecentarla, te aburrirías. Por eso no quieres la Piedra.
—Solo nos acostamos dos veces y ya eres capaz de diagnosticarme como si fueras mi psicópata.
—Tu psicóloga, querrás decir.
—Es lo mismo —dijo Draco, al que no le importaba en lo más mínimo usar términos muggles equivocadamente—. Dime, Lily, ¿soy el primero al que le muestras la Piedra?
—El primero y el único. No pienso dejar que mi padre se entere. Él me ordenó que destruyera la Piedra, pero no me parece justo. Albus consiguió apoderarse de la Piedra sin hacer el menor esfuerzo; no tuvo que crearla, sino engañar a Emma Barfleur. Yo, en cambio, tuve que jugarme el pellejo en esa maldita oficina para robársela. Gracias a Merlín que mi hermano James y tú me prepararon ese antídoto universal, si no ya estaría muerta por tocar las falsas Piedras envenenadas que puso Albus en el cajón.
—James es muy bueno en pociones… para ser un Gryffindor. Pero ni siquiera nosotros dos podríamos preparar un antídoto universal. Tal cosa no existe. Solo combinamos los antídotos de la mayoría de los venenos populares, y para más precaución te dimos un bezoar, ¿recuerdas?
—Aún así, me sirvió de mucho.
—Me alegra haber contribuido al éxito de tu misión. ¿Piensas esconderte aquí ahora?
El lugar donde se encontraban era una casa muggle en un barrio de clase media de Telford, a 48 kilómetros de Birmingham. Draco la había comprado exclusivamente para ese tipo de encuentros amorosos, aunque estaba dispuesto a cederla para otros fines si era necesario.
—Solo por unos días; después probablemente me quedaré con James cuando decidamos qué hacer con Ash Bennett. No me gustaría privarte de tu nidito de amor por mucho más tiempo —añadió, mirando a Draco con ironía.
—Mi “nidito de amor”, como tú lo llamas, no ha tenido demasiado uso últimamente. Tu hermano, el Hacedor de Reyes, me tiene montado entre ceja y ceja. No sería seguro traer otros magos o brujas aquí.
—Y sin embargo me trajiste a mí.
—Tú eres diferente —dijo Draco—. Sé dónde reside tu lealtad.
—Supongo que eso es lo más romántico que te escucharé decirme —dijo Lily, dándole un rápido y suave beso en los labios. Los amantes permanecieron en silencio y abrazados durante algunos minutos, hasta que ella preguntó:
—¿Por qué te casaste con ella?
—Generalmente me lo preguntan en la tercera cita —dijo Draco con sorna.
—No bromees. Es una pregunta seria.
—Habíamos sido novios desde que estuvimos en Hogwarts —contó Draco.
—Eso no responde mi pregunta —observó Lily.
—¿Y por qué debería contestarte? No creo que ambiciones convertirte en Lily Malfoy.
—Tienes razón en eso. Pero quiero confirmar mi teoría.
—¿Tienes una teoría? —inquirió Draco.
—Sí, y creo que es muy aguda —se jactó Lily.
—Dímela y tal vez te diga si estás en lo correcto.
—Te casaste con Pansy porque es una perra.
—No es el rasgo más atractivo —dijo Draco.
—Para ti lo era, al menos a la hora de elegir esposa.
—Explícamelo mejor.
—Pansy Parkinson es una mujer fría, egoísta y vanidosa. No es cariñosa contigo ni con Scorpius, y seguro que ya no le entusiasma tanto hacer el amor como antes. Era obvio que solo quería casarse contigo por tu dinero y linaje.
—Entonces, ¿qué esperaba conseguir yo de ese matrimonio?
—Una conciencia limpia. Pansy es la clase de esposa que prácticamente obliga a su marido a engañarla. Con una mujer tan insatisfactoria esperándote en la Mansión Malfoy, podías acostarte con todas las personas que querías sin sentir la menor culpa, pues sentías que Pansy casi te empujaba a sus brazos y a sus camas. Si te hubieras casado con Daphne Greengrass o su hermana Astoria, que son mujeres mucho más hermosas, inteligentes y dulces, las habrías engañado tanto como a Pansy, pero te habrías sentido mal contigo mismo.
—Maravilloso, Lily. Has resuelto todos mis enigmas —dijo Draco, en un tono que indicaba que no iba a revelarle si tenía razón o no—. Pero, hablando de infidelidades, ¿sigues pensando en llevar adelante ese plan del que me hablaste la otra vez?
—Sí, por supuesto.
—Yo no le veo la utilidad. Solo lograrás que tu hermano se enfurezca contigo.
—¿Más de lo que ya está? Lo dudo mucho.
—Lo que le hiciste en su oficina fue solo cuestión de negocios —opinó Draco—. Teníamos que destruir el Mapa y arrebatarle la Piedra para perjudicarlo. Pero lo que tienes en mente es mucho más personal, y no le veo demasiadas ventajas. Puede que solo te ganes su odio.
—Alby necesita un poco de turbulencias en su vida —dijo Lily—. Y yo —añadió, poniéndose en cuatro patas con sus nalgas apuntando hacia Draco— necesito tenerte de nuevo adentro mío.
Draco no tardó en complacerla.
***
La reunión de Al con Isaac, Valerie y Scorpius duró hasta bien pasada la medianoche. Tenían que decidir cómo lidiarían con el hecho de que Lily los había privado de su principal, e ilimitada, fuente de ingresos. Isaac propuso un aumento paulatino de los impuestos, pero Scorpius, que era el más sagaz de los cuatro en asuntos financieros, dijo que sería preferible revisar los mecanismos de recaudación; afirmó que el Ministerio cobraba mucho menos impuestos de lo que correspondía. Si lograban que todos los magos y brujas adinerados pagaran lo que debían pagar, sin modificar la estructura impositiva, podrían solucionar los problemas fiscales. Nadie osaría protestar, pues el Ministerio no estaría aumentando la carga sino cobrando de manera más eficiente. Scorpius expuso un montón de trucos empleados por los magos y brujas británicos para evadir impuestos, que iban desde los más convencionales, como tener propiedades sin declarar en el extranjero, hasta algunos tan extravagantes como usar elfos domésticos como testaferros. Cuando le preguntaron cómo sabía tanto del tema, su respuesta fue:
—Los Malfoy no nos hicimos ricos pagando impuestos.
Más tarde, en el número doce de Grimmauld Place, Valerie y Albus se acurrucaron en la cama. Mientras Al deslizaba su mano por el espeso cabello negro de su novia, la escuchó decirle:
—Lo superaremos, Al. Solo es dinero.
Una parte de Albus quiso replicarle que ella pensaba así porque toda su vida había tenido grandes cantidades de oro a su entera disposición. No comprendía el valor del dinero porque nunca le había faltado; y si bien él tampoco había padecido privaciones, no había crecido en un entorno tan privilegiado como el de ella. Pero por el otro lado, Valerie tenía razón. El dinero no equivalía al poder. El oro había sido de gran ayuda para derrotar a Servilia Crouch y apoderarse del Ministerio de la Magia, pero sin la Varita de Saúco nada de eso hubiera sido posible.
—Tienes toda la razón, mi amor —contestó Al, dándole un beso en la frente.
***
Por la forma en que Harry se aferraba a la mano de Hermione, daba la impresión de que temía que, si la soltaba siquiera por un momento, ella le sería nuevamente arrebatada. Draco Malfoy los observaba entre divertido e irritado. Tomando en cuenta que eran íntimos amigos desde que tenían once, y que hacía ya años que estaban separados de sus respectivas parejas, que Harry Potter y Hermione Granger terminaran juntos no era sorprendente para nadie más que para ellos mismos.
Draco había estado presente cuando Hermione y Harry se reencontraron, y le bastó ver la mirada de adoración mutua en sus ojos para confirmar lo que ya venía sospechando. La actitud de Harry durante los días en que Hermione estuvo en manos del Hacedor de Reyes había sido la de un hombre desesperado, pero Draco no estaba seguro de si ello se debía solamente a que sin Hermione se les haría casi imposible vencer a su hijo, o también a que estaba enamorado de ella. Fue él quien se contactó con Lily para persuadirla de poner fin a su misión y liberar a Hermione.
Ahora debían decidir qué hacer con Ash Bennett. Por lo que tenía entendido, el joven seguía prisionero en el departamento de James Potter, y no había hecho ningún intento de escapar. Los informes de James no daban motivo de preocupación alguna.
—Ash no nos sirve de nada ahora —dijo Harry—. El único motivo por el cual lo habíamos retenido era la esperanza de intercambiarlo por Hermione, pero ahora que Lily la rescató, ya no lo necesitamos.
—Supongo que no propondrás matarlo —dijo Draco—. No es que tenga mucho apego por el mocoso, pero por lo que sé, aparte de la estupidez de apoyar al Hacedor de Reyes, no ha cometido ningún crimen imperdonable.
—¡No, no, para nada! —exclamó Harry—. Yo creo que deberíamos liberarlo.
—¿Sería sensato? —dijo Hermione—. Ash no merece morir ni ir a Azkaban, pero si lo dejamos en libertad… bueno, hará lo mismo que estoy haciendo yo, volverá con Albus y seguirá colaborando con él.
—¿Cuál es tu idea? —preguntó Draco.
—Borrarle la memoria. Hacer que olvide que es un mago y enviarlo a algún país lejano.
—No hay forma duradera de hacerle olvidar a alguien que es un mago sin quitarle sus poderes —dijo Draco, estremeciéndose al pensar en esa alternativa—. Tendrías que obligarlo a beber regularmente una poción que conozco para mantenerlos inactivos, y eso implicaría mandar a alguien con él al exilio… No creo que sea una opción viable. E incluso para mí, es inhumana.
Como mago de sangre pura, a Draco le parecía más atroz convertir a alguien en un squib que matarlo.
—Podríamos borrar sus recuerdos de Albus —dijo Harry—. Inventarle una nueva identidad mágica. Hacer que crea que es, no sé, un mago de Nueva Orleans o algo así.
—No sería fácil crear tantos recuerdos falsos, pero es más factible —dijo Draco, luego de meditar unos segundos. “Y a la larga”, pensó, “es más caritativo con ese pobre imbécil. Si se queda aquí, probablemente termine muerto. Al otro lado del Atlántico estará a salvo”.
—Yo creo que deberíamos liberarlo con su memoria intacta —dijo Lily, hablando por primera vez en la reunión—. Dejemos que vuelva con mi hermano.
—¿Por qué? —inquirió Draco.
—Porque uno nunca sabe cómo nace la lealtad —dijo Lily, esbozando una sonrisa enigmática—. Confíen en mí. Si dejamos a Ash en libertad sin hacerle ningún Obliviate, puede que termine jugando a nuestro favor.
Lily es una zorra!!! jajajja muy bueno el cap. martin, te felicito por esta interesante historia
Me causó mucha gracia que el primer comentario al capítulo comenzara con «Lily es una zorra» 😀
Saludos
Martín, me dejas con la mandíbula cinco centímetros abajo de donde tendría que ir.
*aplausos*
Me alegra haberte sorprendido, Gui 🙂
Saludos.
WOW!! Las cosas se ponen interesantes! Y soy el primero !!! 🙂
Bravo Martin, y gracias por la subsecuente regularidad…
Me temo que no lo sos. Pero igual, muchas gracias por comentar.
Saludos.
Estupendo capitulo!! me parece a mi o cada vez vienen mas subiditos de tono?
Tal vez, pero a estas alturas todos están acostumbrados 😛
estaba acostumbrada, pero cuando volviste al ruedo me parece que cada vez son mas subiditas! Sera una sensacion? jaja
Me parecio magnifico el capitulo y esa Lily tan seductora quien lo diria con Draco, he leido tanto Drarry, que ahora me parece casi imposible imaginarlo con una chica
Yo siempre he imaginado a Draco como un bisexual, y si lees con atención, Lily le dice «podías acostarte con todas las personas que querías», no «mujeres».
Saludos.
buen capitulo martin, de verdad que lily nos sorprende cada vez mas. no me sorprenderia mucho si termina muerta en manos de valerie o del propio albus.
felicidades martin
Lily está jugando con fuego 😉
lily es una zorrita
Lily se va a quedar entonces con la piedra no que mal plan
Martin me caes mal porqie juntasta a Harry con hERMINE ES HORRIBLE
por cierto cundo vas a revelar la identidad de la persona que estaba fumando cuando Al se accosto con Annie por primera vez.
Y SOBRE LA Bomba que estan preparando para Al ¡que?
falta mucho para el rompimiento de los tortolitos Al y vALERIE
gRACIAs
Si lees el siguiente capítulo, varias de tus preguntas tendrán respuesta 🙂
Aplaaaaaausos!!! Este cap está genialísimo!! Y Lily es una maldita zorra! 😛 Como siempre te has lucido Martín, abrazos y saludos desde Colombia!
Muchas gracias, Andrea 🙂
Lily muere eventualmente, cierto?
ojala que no, me agrada ese personaje, ella comparte algunas cualidades con Al, a mi parecer pudo estar bien en Sly, nunca profundizaste mucho en ese personaje y vaya que ha dado sorpresas… Ojala se pueda saber mas de ella.
Saludos
Me alegro que te haya gustado el capítulo y que te atraiga mi Lily, Eduardo 🙂
Nuevo capitulo yaaaaaaa!
Por cierto creo que Hermione pega mucho más con Draco, piensalo… y que hay de los weasley???? algo tienen que estar haciendo…
Hermione y Draco se respetan, pero no podrían estar juntos, hay muchas cosas de Draco que Hermione sería incapaz de tolerar siendo su pareja. Además, a ella le sería tan infiel como a su esposa.
una cosa más gracias, enserio no puedo parar de leer, cada capitulo te superas.
Te agradezco tu elogio 🙂
Al Principio me sorprendió muchísimo de cómo comenzó el capítulo, pero después recordé donde estaba. Cuando leí el capítulo anterior, no pensaba que Lily quisiera la piedra para ella sino para Harry, pero me sorprendió muchísimo. Creo que volvió a cometer un error tipo el de Isaac (corrígeme si lo escribí mal), no creo que Draco la traicione (quiero creer) pero nadie sabe para quién trabaja. “Uno nunca sabe cómo nace la lealtad” fue sorprendente.
Me gustó mucho, gracias por actualizar rápido =)
Draco trabaja para sí mismo, y como dijo Lily, él no necesita la Piedra Filosofal.
Saludos!
Joder, que Lily trabaja para su beneficio, es peorsita que Albus. Estos retoños de Harry si que se divierten mucho 🙂
Bueno que si Draco esta como Lucius, quien no!
Albus!, por dios como es posible que no comprenda que cuando Valerie se entere va a ser muy dificil para él, no solo personalmente, Valerie sabe demasiadas cosas, que tonto es al engañarla, no ve las graves repercusiones.!
Ash jamás va a tocar a James, así que en eso tiene razón Lily, engatusarlo y listo!
Me parecio que Draco era muy sentimental, pero me gusto, siempre pense que Draco no era totalmente una mierda de persona como lo hizo ver J.K casi siempre.
Supongo que lo que hará lily es sencillo, meterse con Albus y sus amigos, ya lo hizo con Isaac y Valerie. Lo primero que pensé es que iba a decirle a Al, sobre lo que paso en Dinamarca con Valerie, pero si es tan perspicaz entonces debe darse cuenta que ya no le interesa igual que antes. Quien sabe y le duela más le orgullo que otra cosa.
Otro capitulo!! Besos 🙂
Espero que no tardes en leer el capítulo 214, seguro que te interesará.
Besos!
Yo fascinada con el comportamiento de Lily … me parece más de cuidado que Valerie… y una rival a la altura de Albus, aunque tal vez, le falte un poquito más de colmillo , pues como dice Amarain Cullen el error de Isaac si que estuvo antes de comprometerla, pero creo que ha aprendido, y eso la hace más cuidadosa.
Me alegra que te guste Lily 🙂
Hola, muy buen capítulo, solo tengo una duda, era la segunda vez que Draco y Lily se acostaban? lo preguntó por lo de la segunda cita, y si era la segunda, en qué capítulo se acuestan por primera vez? Saludos y felicidades
No es la primera vez que se acuestan, pero sí es la primera vez que aparecen juntos. Es decir, hasta este capítulo su relación era un secreto para los lectores.