Louis Weasley fue enterrado en Ottery St. Catchpole, en una tumba ubicada muy cerca de las de sus bisabuelos Cedrella y Septimus, su tío-abuelo Bilius, sus tíos Ron y Fred y su primo Hugo. El funeral estuvo muy concurrido, no solo porque todos los Weasley asistieron, sino porque también estuvieron presentes sus amigos de uno y otro lado del Canal de la Mancha.
Su madre Fleur sollozaba en brazos de su hermana Gabrielle, pero los demás Weasley parecían demasiado aturdidos por la tragedia como para demostrar su pena. Bill, con su rostro mutilado por el viejo ataque de Fenrir Greyback, observaba a Albus con fría hostilidad.
“Me considera responsable de esto”, pensó el Hacedor de Reyes, detrás de su máscara solemne. “Y probablemente tenga razón. Pero yo no soy el único, tío Bill. No soy el único…”
La ceremonia no fue larga, pues el clima de aquel día era gélido. Los Weasley volvieron a sus casas, mientras los amigos de Louis permanecían en el cementerio un rato más, conversando entre sí. Fred, el hijo de George, había comenzado a alejarse cuando su primo Albus lo llamó a su lado. Caminaron juntos en silencio durante varios minutos, buscando privacidad, hasta que Fred decidió hablar.
—¿Qué quieres, Al? —preguntó.
—No voy a andarme con rodeos —dijo el Hacedor de Reyes—. Ahora que Hugo y Louis han muerto, tú eres el último Weasley.
—¿De qué estás hablando…? —comenzó a decir Fred, pero Al lo cortó con una mirada.
—Hay varias mujeres Weasley en nuestra generación, y también estoy yo y está mi hermano James. Pero tú eres el último varón que lleva el apellido Weasley. Louis no llegó a tener hijos con su novia francesa, y Hugo era gay, así que no dejaron descendencia. Solo quedas tú.
—¿Cómo puedes pensar en eso ahora? —exclamó Fred, escandalizado—. Nuestro primo fue asesinado, ¿y en lo único que te preocupas es que quede alguien para transmitir el puto apellido?
—No, no es lo único en lo que me preocupo, Fred —dijo Al, esbozando una sonrisa macabra—. Créeme, también estoy pensando en lo que le voy a hacer al que lo asesinó. Tengo muchísimos planes al respecto, cada uno más placentero que el otro. Pero no me interesa discutir esos planes contigo, primito. Lo único que me interesa hablar contigo es sobre el futuro de la familia.
—Está bien, soy el último Weasley. ¿Qué importancia tiene?
—Para mí, mucha. Tú y yo nunca fuimos muy íntimos, Fred, pero sigues siendo mi primo. No me ayudaste cuando te necesitaba, pero tampoco has hecho nada que me haga repudiar nuestro parentesco.
—No entiendo, ¿debería darte las gracias o disculparme?
—Ninguna de las dos cosas —dijo Al, deteniéndose ante la tumba de una joven muerta en la década del ’50—. Lo único que te pido es que accedas a lo que estoy a punto de pedirte.
—¿Y qué estás por pedirme?
—Que te vayas.
Fred alzó las cejas en un gesto sorprendido.
—¿Que me vaya adónde?
—Fuera de Gran Bretaña —dijo Al—. Las cosas podrían ponerse riesgosas en los próximos… años, tal vez. Y me sentiría más tranquilo si estuvieras en otro país. Preferiblemente en otro continente.
—¿Me estás desterrando?
—Te estoy ofreciendo una oportunidad. Has estado trabajando muchos años con tu padre en Sortilegios Weasley. Puedes marcharte del país con cualquier pretexto relacionado con el negocio. He estado pensando que podrían abrir una sucursal en Shangai. Los fuegos artificiales que venden son muy buenos, pero los magos chinos tienen más experiencia. Tú podrías aprender de ellos y diseñar nuevos prototipos. Aún no tienes treinta años, pero no eres un adolescente. Tu padre no tendría inconvenientes en darte una responsabilidad así.
—¿Y cómo sabes eso?
—Porque ya hablé con tu padre. Él está de acuerdo. Ya ha perdido a demasiados familiares cercanos.
—¿O sea que porque mi padre y tú estuvieron trabajando a mis espaldas para echarme del país yo tengo que obedecerlos como si fuera un niño de diez años?
—No tienes que hacer nada. Es una oportunidad. Si la aceptas, perfecto, y si no, al menos tengo la conciencia tranquila por saber que te la ofrecí de buena fe. Pero antes de decidir, quiero que pienses esto: ¿crees que a tu padre le gustaría ver a tu madre vestida de luto y llorando como hoy vimos a la tía Fleur? ¿O a tu hermana?
—Hablas como si fuera un squib indefenso.
—Louis era un mago muy talentoso —señaló Al—. Pero en tiempos tan… interesantes como los que estamos viviendo, los magos y brujas talentosos mueren como moscas. Es más, creo que son mucho más vulnerables que los magos mediocres.
—¿Y solo puedo estar a salvo si me voy a China y dejo a mi familia y amigos atrás?
—Puedes llevar a quien quieras contigo, si aceptan acompañarte. Tus padres, tu hermana, Lucy…
—¿Lucy? —dijo Fred, enrojeciendo repentinamente—. ¿Por qué ella?
—Vamos, Fred, todos saben lo de ustedes dos —dijo Albus con sorna—. Es el secreto peor guardado de la familia. Seguro que si se lo pides, ella irá contigo a Shangai en un santiamén.
Albus detuvo su caminata y giró hacia Fred, para mirarlo a los ojos.
—No te pido que lo hagas por mí. Hazlo por la familia.
***
—¿Cómo pudo pasar esto? —fue la pregunta con que Al abrió la reunión con sus amigos, en su oficina en el Ministerio. Los presentes se miraron los unos a los otros, sin saber si se trataba de una pregunta retórica o si esperaba que fuera contestada por ellos. Finalmente, Livius sacó su bloc de notas y comenzó a escribir.
Primero, podemos estar seguros de que la víctima del atentado no era Louis. Si el objetivo de los perpetradores era matarlo, podían llegar a él mucho más fácilmente en otros lugares. Tu casa estaba demasiado protegida.
Segundo, sabemos que nadie irrumpió por la fuerza en tu casa. Revisamos todos los hechizos protectores, y ninguno de ellos fue violado. No hay rastros de magia que apunten a una intrusión.
Tercero, el aparato que causó la muerte de tu primo es una versión modificada de la bomba que causó la implosión de la estatua del Atrio del Ministerio de la Magia. El principio es el mismo, salvo que en vez de destruir tu casa, el aparato succionó todo el oxígeno de la vivienda, causando la muerte por asfixia de Louis.
—Bien —dijo Al, cuando terminó de leer en voz alta el texto—. Esto último nos permite saber por dónde empezar. Mi padre, o alguien en su grupo, decidió matarme y plantó el aparato en mi casa. Sin embargo, se accionó cuando no debía y entonces mató a Louis. Hasta que no haya una versión que coincida mejor con los hechos, nos apegaremos a esta.
Hablaba con sorprendente serenidad, tomando en cuenta lo traumado que había parecido por hallar el cadáver de su primo.
—¿Qué papel jugó mi elfo doméstico? —dijo Al. Bowy había sido capturado sin demasiados esfuerzos, pues había respondido a la llamada de Albus y había sido confinado en una celda del Ministerio, donde Jezebel Smith lo había interrogado minuciosamente.
—Me costó mucho saber la verdad —dijo Jezzie, en tono formal—, porque a tu elfo lo pusieron bajo la maldición Imperius y le aplicaron varios encantamientos de confidencialidad, así como el Obliviate. Pero usando la Legeremancia conseguimos saber que su colaboración no fue voluntaria. Fue capturado por magos desconocidos mientras realizaba uno de sus mandados en el Callejón Diagon, y se le entregó el aparato, con instrucciones de colocarlo en tu casa. Aparentemente eso sucedió luego de que Valerie Rosier… dejara de vivir allí —dijo Jezzie diplomáticamente—. Entonces estos magos le dieron la orden de avisarles cuando te encontraras a solas en la casa, para que ellos activaran el aparato a distancia. No obstante, al poco tiempo tu primo Louis vino de visita, con lo cual al elfo le fue imposible llevar a cabo esas instrucciones.
“Debes saber que los elfos domésticos, si bien son vulnerables a la maldición Imperius, pueden tener cierto grado de resistencia a sus efectos. No pueden desobedecer ninguna orden que les dé el mago o la bruja que los puso bajo la maldición, pero pueden retrasar el cumplimiento de la orden, o bien hacerlo de manera negligente y descuidada, para así entorpecer y mitigar las consecuencias de dicha orden. Y cuando cumplir con las órdenes que reciben estando bajo la Imperius implica traicionar o hacer daño a su amo, la resistencia a la maldición es mucho más intensa. Si los captores de tu elfo le hubieran ordenado matar a tu padre, entonces él hubiera podido rehusarse lisa y llanamente. Pero como tú técnicamente no eres su amo sino el hijo de su amo, no podía hacer lo mismo. Así que optó por cumplir la letra, pero no el espíritu, de lo que le habían ordenado. Las órdenes de los captores habían sido de avisarles cuando estuvieras solo en casa. Le habían prohibido sabotear la misión, revelando directa o indirectamente que el aparato estaba en la casa; también le habían prohibido realizar cualquier clase de treta para que dejaras de vivir en la casa, poniéndote a salvo del aparato. Los captores habían previsto todo, excepto una cosa: que el elfo les transmitiera información veraz, pero inútil.
“Así que cuando Louis volvió solo al número doce de Grimmauld Place, Bowy tomó una decisión: dado que tu primo no era su amo ni el hijo de su amo ni estaba relacionado directamente con su amo (solo era el sobrino político de Harry Potter), su vida valía mucho menos que la tuya. Entonces envió un mensaje breve a sus captores: “Está solo en la casa”. No dijo quién estaba solo, no dijo que eras tú. No les mintió, pero los engañó, pues los captores supusieron que la persona que estaba sola en Grimmauld Place eras tú. Entonces… hicieron lo que hicieron, y Louis murió.
Hubo algunos momentos de conmocionado silencio ante la explicación de Jezzie. Fue nuevamente Albus quien lo rompió:
—¿Pudiste averiguar quiénes le hicieron eso a mi elfo?
—No. Los responsables se cuidaron de preservar su identidad. Utilizaban poción Multijugos frente a tu elfo, y se reunían con él en una habitación sin muebles ni ventanas, completamente imposible de identificar. Examiné sus recuerdos con cuidado y no pude hallar ninguna pista.
“Sin embargo, hay algo que debes saber: la misma noche en que Louis murió, toda la familia Zabini desapareció del país. Todos: Blaise Zabini, su madre, su esposa y su hijo. Registramos su mansión, y está completamente vacía: no hay muebles, cuadros, ropa, nada.
—No necesitamos muchas pruebas, entonces —dijo Albus—. Evidentemente, su plan era matarme, y al ver que no solo habían fracasado sino que habían matado a mi primo, supieron que no podían permanecer aquí ni un segundo más. Yo hubiera hecho lo mismo.
—Los Zabini tienen varias propiedades en Francia e Italia, y también en Etiopía —dijo Scorpius—. Podríamos enviar pedidos de captura a los Ministerios de la Magia de esos países…
—Blaise Zabini no es imbécil —dijo Al—. Si esas propiedades están declaradas, no cometerá el error de refugiarse allí, donde sabe que iré a buscarlo. Y digo “iré” porque no pienso hacer las cosas por derecha. Cuando sepa dónde se esconde, no notificaré a las autoridades. Voy a encontrarlo yo mismo, y cuando acabe con él, no será más que una mancha roja en el suelo. Y lo mismo haré con su mujer, su madre o el zángano de su hijo Antoine, si llego a enterarme que ellos lo ayudaron. Lo obligaré a mirar todo lo que les hago antes de encargarme de él.
El silencio esta vez fue muchísimo más incómodo que antes. Albus estaba por preguntar si alguien más tenía algo que aportar cuando alguien golpeó su puerta.
—¿Sí?
Su secretaria Marietta Edgecombe abrió la puerta.
—Señor Potter, lamento interrumpirlos, pero me acaban de hacer llegar una nota, y creo que usted debería verla.
—Seguramente deben llegar decenas de mensajes dirigidos a mí a tu escritorio, Marietta —observó Al—. ¿No es tu trabajo filtrarlos, decidir cuáles son los más importantes y traérmelos todos juntos?
—Creo que este es muy importante, señor —dijo Marietta, tendiéndole un sobre cerrado—. Ya hice que lo revisaran, no tiene ningún veneno ni maldición.
—Y aún si los tuviera, estoy rodeado de varios magos habilidosos que podrán salvarme antes que las cosas se pongan graves —dijo Albus—. Déjame verla.
El sobre estaba dirigido a él, pero no tenía remitente. Aún así, al verlo más de cerca, el Hacedor de Reyes reconoció la letra.
—Gracias, Marietta —dijo, mirando a su secretaria—. Has hecho bien.
Marietta asintió y salió del despacho de Albus, mientras él abría el sobre y sacaba el papel de su interior. En él, estaban escritas solamente dos palabras.
Albus sonrió.
PERO PERO PERO PERO
¿Pero qué? 😀
Magnífico capítulo, pero ahora si el suspenso lo sacaste de la escala… Quien fue el asesino? Felicidades
No falta mucho para que se enteren 🙂
Saludos!
wow increible perfecto. Un poco corto pero buenisimo. «SI AMAS A VALERIE NO MATES A ANTOINE” ya vi xk se lo dejeron. Felicidades sigue asi
Muy perspicaz de tu parte recordar lo que le dijo Emma a Al 😉
Saludos.
Un poco corto… y lo único que hiciste es ponerme en dudas, muchas dudas..!! hahahaha.. genial capitulo Martin, espero con ansias el siguiente, bueno todos los lectores de tu fic..!!
Saludos y mucha suerte en todo..!!
P.D. No nos hagas esperar mas por cada capitulo.. T_T
Haré lo posible por terminar el capítulo 218 pronto 🙂
Saludos.
Pero «continuará» no son dos palabras 😛
Hahahaha, me encanto la conversacion con Fred, hasta que punto es cierto que George haya hablado con Al para ponerse deacuerdo respecto al futuro de Fred?
Y hasta que punto tomará Bill Weasley cartas en el asunto? Porque si no me equivoco el no tomo el lado de Harry, pero tampoco el de Al, y ahora que LW murío estando con Al pero probablemente orquestado por el grupo de Harry tomará algun lado? O creará una facción diferente con los disidentes de ambos bandos???
Pffff definitivamente dejas muchas incognitas con este chap en muchos frentes, tanto en la seguridad de Al, la forma de trabajo del Ministerio, la venganza de AL y la reacción de los demas.
Como siempre un gran abrazo y que bueno que se haya posteado tan pronto este chapi!!!
Al no podría sostener mucho tiempo una mentira así: si le dice a Fred que habló con su padre y eso no es cierto, él no tardará en darse cuenta.
Pronto veremos qué hace Bill.
Otro abrazo para ti, Isaac 🙂
Tremendo capítulo. Corto,pero efectivo. No creo que el asesino sea tan simple de descubrir.
Los Zabini estaban planeando algo contra Al en los capítulos anteriores, y escaparon del país apenas se produjo el atentado. Las evidencias son abrumadoras, ¿no crees? 😀
Saludos!
Jajaja,esa sonrisa,Martín…
No es justo que cortés el capítulo ahí! No estás avergonzado de dejarnos así? xD
Pronto voy a ponerme a trabajar en el capítulo 218, Facu.
Saludos!
Excelente capitulo!! A pesar de ser mas corto me encanto !! Sigue asi Martin. Felicidades desde Panama 😉
Muchas gracias, Yessy 🙂
-Parpadea ferozmente-
Oh Dios mio!! Martín, el capitulo esta increíble, a pesar de ser tan corto. Me estoy muriendo de la curiosidad aquí. De seguro muchos están igual que yo. No se, pero me imagino que fue «Antoine Zabini» lo que decía la dichosa carta. Es lógico que él sea el asesino, porque Albus lastimó a Valerie, pero no sé, puede ser alguien más. Estoy tan confundida!!
Pronto dejarás de estar confundida, Alexa 😉
Saludos.
Muy buen capitulo! Amo el misterio, tu si sabes como no aburrirnos! Me pregunto si la respuesta al asesinato esta en este capitulo?
Todo se resolverá en el próximo capítulo, o al menos esa es mi intención.
Saludos!
Maigáaa!! Que bueeeno!! Despues de tanto tiempo siento que valió la espera!!! Sigue así, frecuente e intenso; muy bueno!!!
¿cuándo estará listo el próximo capítulo? Muero, muero de ganas por leerlo! Un saludo desde México
jojo acabo de leer el cap justo después de dejar el comentario en el cap anterior (nah en serio?) y bueno…me encanta mucho muy demasiado (así con todo y horrores de sintaxis) cuando Albus se pone sádico, es mi versión favorita de Albus, ademas porque eso lo hace un «malvado» mucho más humano y a mi modo de ver más aterrador que el mismísimo Voldy. Espero actualices pronto y saludos 😀
CONTINUARA?!!!! sabes, a veces puedo llegar a odiarte un poco. Creo que todo el misterio se resolverá en los siguientes 2 capitulos. GRacias por seguie escribiendo
No he leído todavía los otros capítulos, pues los estaba leyendo y no se porque quise volver a comenzar, pero podrías poner en algunos de ellos como te imaginas TU a los personajes principales.
se que pusiste algunos como Livius Black, Valerie Rosier, etc. Pero podrías poner como te imaginas a los otros?
Isaac Prewett!!!!
Los demás honestamente no me acuerdo xD
Hablo por todos cuando digo: Se espera el 217 con ansias.
Ciertamente!! Por favor que venga el próximo capítulo pronto!!!
Muy buenas!! que tal!! soy un antiguo seguidor de este fanfic. Concretamente lo empecé a seguir hace 5 años, allá por el 2008, cuando solo había unos…. 46 capítulos o algo así. Lo seguía a medida que los ibas publicando y me encantaba, pero dejé de seguirlo por circunstancias que no vienen al caso ahora. La cuestión es que ahora, se me ocurrió ver que había pasado con aquel blog…. «bloghogwarts» que tanto me gustaba cuando aún tenía aquella «fiebre de Harry Potter», y buscando y rebuscando por la actual página de este blog, di de nuevo con este fanfic. Me ha traído unos enormes y gratos recuerdos. Creo que volveré a leermelo entero, aunque según veo sigues escribiéndolo, ¿me equivoco?. Bueno espero poder acabar de leerlo pronto y así comentar mis impresiones.
Muchas gracias porempezar a escribir este fanfic y sobre todo muchas gracias por seguir haciéndolo. 😀