A la una de la tarde, el Valle de Godric presentaba un espectáculo dantesco. Cientos de magos y brujas combatían en el aire, y decenas de cadáveres de ambos bandos yacían en las calles y en los alrededores del pueblo, algunos muertos durante el brote de vampirismo de la noche anterior, otros muertos a manos de sus congéneres. Cuatro casas se habían desmoronado y otras dos ardían en llamas. Si los habitantes muggles del pueblo hubiesen podido ver la senda de destrucción dejada por los magos, habrían creído realmente que habían sido víctimas de un atentado terrorista.
Apenas vio el cuerpo de Bennett estrellarse contra el piso, Draco Malfoy huyó en dirección a la aldea. Si bien se consideraba tan bueno como Harry Potter arriba de una escoba, prefería enfrentar al Hacedor de Reyes en tierra firme.
Albus tampoco perdió tiempo llorando a su amigo muerto. Salió en persecución del padre de Scorpius, dejando atrás al cadáver de Ash y a su propio padre.
Fue James Potter el primero que se acercó al cuerpo de Ash. Había estado batiéndose a duelo con un Auror, pero había visto a Ash volando en dirección a donde su padre y su hermano estaban combatiendo. Luego de Aturdirlo y romperle la varita, James se dirigió al sitio del combate, justo a tiempo para ver cómo Malfoy asesinaba a Ash. Lamentablemente, al igual que Harry él se encontraba a demasiada distancia para detener la caída al vacío de Ash, y solo pudo contemplar impotente su muerte.
Luego vio a Draco Malfoy escapar, pasando a unos treinta o cuarenta metros de donde él se hallaba, y sintió el impulso de abatirlo con una Maldición Asesina, pero la presencia de su padre lo disuadió. No hubiera podido matar a Malfoy sin que su padre lo viera.
En vez de eso, James se dirigió a donde había caído Ash. Aterrizó sobre la ruta, y caminó algunos pasos hacia el cuerpo.
Lo que más le espantaba era que no parecía estar muerto. Tenía la cabeza reventada, y sus sesos estaban esparcidos sobre el pavimento, pero su rostro estaba congelado en una expresión de terror pánico, como si hubiese muerto mientras gritaba. Sus ojos negros miraban al cielo, asustados ante la inminencia de la muerte.
James no pudo soportar esa mirada. Inclinándose sobre el cuerpo, apoyó la mano sobre su rostro y cerró sus ojos con delicadeza. Sacó de su bolsillo un pañuelo blanco y lo usó para cubrir el rostro de Ash.
A James le hubiera gustado acariciar el cabello de Ash, pero sus rizos negros estaban casi empapados de sangre. Así que sostuvo la mano del Slytherin muerto entre las suyas por unos momentos, y susurró:
—Esto no debió terminar así.
James sintió algo extraño, un breve escalofrío que no tenía nada que ver con el clima. Y su furia contra Draco Malfoy se avivó, como una brasa a la que se le agregan papel y hojas frescos.
***
El Hacedor de Reyes descendió sobre el Valle de Godric, sin preocuparse por los hechizos que eran lanzados en todas direcciones. Estaba ciego de cólera, y lo único en lo que podía pensar era en alcanzar a Draco Malfoy. Cuando aterrizó, frente a la taberna del pueblo, vio al padre de Scor esperándolo en la puerta del local.
—Me alegra ver que no decidiste escapar de la batalla, Malfoy —le dijo.
—Yo nunca escapo, Potter. Solo busco el terreno más ventajoso —replicó Draco.
—Espero que tengas tanta curiosidad como yo por ver cómo se ven tus entrañas —dijo Albus.
—Lo que sí me gustaría ver es cómo se ven los sesos de tu amigo Bennett… si es que tenía alguno para empezar. No sé qué estaba pensando el Sombrero Seleccionador cuando metió a ese sangre impura en Slytherin. Quizá fuese para bien que un mocoso tan imbécil como para pensar que podía hacerme frente no viviera para dejar descendencia.
—¿Sabes, Malfoy? Tú eras el único de los aliados de mi padre al que le tenía algo de respeto —dijo Albus, mientras le apuntaba con su varita. El mago adulto y el joven estaban moviéndose en círculos, a una distancia prudencial el uno del otro, pero lo bastante cerca para poder dialogar—. ¿Sabés por qué?
—No —dijo Draco.
—Porque eres el único que sabe por lo que pelea. Mi padre, mi tía y los otros Gryffindor, ellos pelean por una idea abstracta de libertad. Tú, Malfoy, peleas por tus propios intereses. Tú siempre fuiste un magnate codicioso, heredero de una larga línea de magnates codiciosos. No te interesa la libertad de nadie. Solo te interesa seguir incrementando tu fortuna. Y si te resultara más provechoso apoyarme, estarías peleando conmigo, y no en mi contra.
—Eso es irrelevante ahora, Potter —dijo Draco—. No importa si muero o vivo, ni tampoco importa si tú ganas o pierdes. Ocurra lo que ocurra, ganaré.
—¿Por qué dices eso?
—Porque mi hijo conservará su status —afirmó Draco—. Me hiciste un gran favor al apartarlo de tu causa, ¿sabes? Eso garantiza que, cuando seas vencido, no padecerá las mismas repercusiones que los otros idiotas que están aquí combatiéndonos. Pero incluso si hubiera continuado contigo hasta el final, yo hubiera hallado una forma de salvarlo de Azkaban y la confiscación de bienes. Me convertí en la mano derecha de tu padre para asegurarme de eso. Y aún si yo muero, tu padre se sentirá obligado a mostrarse benevolente con mi hijo.
—¿Y si gano yo? —preguntó el Hacedor de Reyes, admirado a su pesar del razonamiento de Malfoy.
—Mi hijo permaneció neutral. Y te conozco lo bastante bien para saber que no vas a castigarlo a él por lo que hice yo. Quizá le arrebates algunas propiedades, pero no lo dejarás en la indigencia. Porque todavía lo quieres, ¿verdad?
—Me ha decepcionado —admitió Albus—, pero no me ha traicionado.
—Pues ahí lo tienes —se jactó Malfoy—. Pase lo que pase, mi legado sobrevivirá.
—Por suerte, Malfoy, no es tu legado lo que quiero arrebatarte. Solo tu vida.
Pero antes de que Albus pudiera pronunciar su primer maleficio, escuchó un ominoso silbido a sus espaldas y saltó hacia la derecha. Un enorme puño de cemento se estrelló contra el suelo. Albus miró a su atacante, y descubrió que no era otro que su abuelo, James Potter.
La estatua de sus abuelos y su padre en el centro de la plaza del Valle de Godric no había sido dañada por la batalla. Ahora, mientras la estatua de su abuela Lily colocaba delicadamente a la de su padre sobre el pedestal, la de su abuelo había bajado para golpear a Albus.
El James Potter de piedra medía casi 3 metros de alto, y se movía con una sorprendente rapidez. Albus tenía suficiente experiencia combatiendo estatuas hechizadas como para saber que tratar de destruirlo sería inútil, así que usó un Aguamenti para crear un charco de agua a sus pies, y lanzó un hechizo de enfriamiento muy potente que hizo que el charco se congelara, haciendo que la estatua de James cayera al suelo. James quedó boca arriba, haciendo esfuerzos por volver a incorporarse, como si fuera una tortuga.
Draco Malfoy atacó a Albus con un Incendio, con el doble propósito de herirlo y derretir el hielo que mantenía atrapada a la estatua, pero el Hacedor de Reyes logró desviar las llamas. Entretanto, Lily Evans había dejado ya al bebé en su sitio y se acercaba para atacar a su nieto. Intentó patear a Albus, pero el joven se agachó y la pierna de su abuela pasó por encima de su cabeza. Al aprovechó esos segundos en que la estatua estaba apoyada sobre solo un pie para lanzarle un Impedimenta y hacer que cayera al suelo.
Draco le apuntó a Albus con su varita, y lanzó una enorme red de alambre contra él. Albus materializó una gran roca y la colocó entre la red y él a manera de escudo; la red envolvió a la roca e hizo tanta presión contra ella que a los pocos segundos se había resquebrajado. De haber estado envuelta sobre su cuerpo, Albus no dudaba que habría triturado sus huesos.
A medida que transcurrían los minutos, los hechizos que lanzaban el uno contra el otro eran cada vez más complejos. Albus intentó disparar flechas en llamas contra Malfoy, pero él las convirtió en polillas antes de que lo alcanzaran. Draco quiso inmovilizar a Albus fijando sus pies al suelo con un Colloshoo, pero Al bloqueó el maleficio con un Encantamiento Escudo. Los contendientes estaban muy parejos.
Las estatuas de James y Lily quedaron fuera de combate cuando Albus, aprovechando una distracción de Draco, las congeló por completo. Luego él arrancó las tejas del techo de la taberna y las hizo levitar encima de su cabeza, lanzándolas una a una como proyectiles contra Draco, quien las desviaba o transfiguraba.
De pronto, algo extraño ocurrió. Mientras una de las tejas volaba hacia Draco, una forma comenzó a materializarse justo frente a él. Parecía tener contorno humano, pero era semitransparente, de un color gris azulado. Draco no pudo evitar dar un respingo al verla, y ese sobresalto fue la clave para Albus. La teja golpeó a Draco de lleno en su hombro derecho, provocando que se fracturase con un crujido audible, y el Hacedor de Reyes le lanzó en ese mismo momento un Expelliarmus. La varita de Draco Malfoy voló hacia la mano extendida de su enemigo.
La forma que había aparecido entre Draco y Albus giró hacia el segundo.
Era el fantasma de Ash Bennett.
Draco intentó escapar corriendo hacia su escoba, pero Albus lanzó contra él un Incarcerous que lo derribó al suelo, inmovilizado por gruesas cuerdas. Luego de haberse asegurado de que Malfoy ya no podría huir, Al dirigió su atención a Ash.
—Oh, Ash, ¿por qué? —fue lo primero que le dijo, mirándolo con pena.
—Tuve miedo —dijo el fantasma—. En esos últimos instantes, estuve muy asustado. No te imaginas lo larga que fue esa caída, Al. Y cuando vi la luz que me conduciría hacia el otro lado… solo quería quedarme aquí, contigo.
Por primera vez, el ojo de Albus se llenó de lágrimas por su amigo. La adrenalina por su deseo de venganza y su combate con Malfoy le había impedido sentir plenamente el impacto de su pérdida, y ahora que tenía frente a él al fantasma de Ash, se sentía aún peor que si hubiera visto de cerca su cadáver.
—Mátalo, Al —dijo Ash—. No pierdas tiempo llorando por mí. Mata a Malfoy ahora.
—Está bien —dijo el Hacedor de Reyes. Sintiendo la mirada del fantasma fija sobre él, Albus caminó lentamente hacia Draco Malfoy.
Draco había logrado darse vuelta, pero sus brazos y piernas permanecían firmemente atados.
—¿Quieres decir algo, Malfoy? —preguntó, mientras le apuntaba con su varita. Draco tenía la vista clavada en algo a espaldas de Albus, presumiblemente el fantasma de Ash, y su expresión era indescifrable.
—Vamos, Potter —respondió—. Cumple tu deber.
—Greallach Bàrr —dijo Albus. Solo al escuchar las palabras de su enemigo, Draco pareció alarmarse, pero ya era demasiado tarde. Las sogas que sujetaban a Draco fueron las primeras en responder a la maldición, liberando de inmediato su cuerpo y cayendo al costado. La túnica y la camisa de Malfoy se abrieron, cortadas por la mitad, exponiendo su pálido torso. Un profundo tajo hendió su piel, y pronto comenzaron a brotar grandes chorros de sangre, mientras sus intestinos salían de su interior como víboras. Los gritos de Draco, por un momento, fueron tan potentes que sofocaron a los sonidos de la batalla que estaba ocurriendo sobre sus cabezas. Y luego se apagaron. El cadáver de Draco Malfoy quedó tendido, con sus entrañas desparramadas por el suelo en todas direcciones, como si fuesen tentáculos de un pulpo rojo. El cuerpo de Malfoy sufrió algunos espasmos antes de quedar inmóvil.
Albus se volvió nuevamente hacia Ash.
—Gracias por ayudarme a vencerlo —le dijo.
—Juré que te protegería de él —respondió Ashton.
—Pero ahora… Ash, ¿por qué te quedaste? —dijo Albus— Debiste pasar al otro lado.
—Lo hecho, hecho está —dijo el fantasma—. Y si voy a pasar la eternidad en este mundo, me alegra poder decir que vengué mi propia muerte. ¿Cuántos fantasmas pueden decir eso?
—Elegiste el momento perfecto para asustar a Malfoy —dijo Albus—. No sé cómo habría logrado que bajara la guardia sin ti.
—Al, no pierdas más tiempo —dijo Ash—. Ve por tu padre. Termina con esta batalla.
***
Mientras Albus levantaba vuelo, James salió de atrás del pedestal de la estatua de sus abuelos. Había llegado al lugar donde su hermano y Malfoy estaban peleando justo antes de que Albus utilizara la espantosa maldición expulsora de entrañas creada por Urquhart Rackharrow en el siglo XVII. Por unos instantes, tuvo la oportunidad de atacar a Albus por la espalda. El fantasma de Ash había estado demasiado distraído para notar su presencia. Draco Malfoy sí lo había visto, y sus últimas palabras no habían estado dirigidas a Albus, sino a él. James llegó a alzar su varita… pero en el último momento la bajó.
Jamás le contaría a nadie que había dejado morir a Draco Malfoy.
Simplemente ÉPICO. Espero que la Batalla llegue pronto a su fin, ya quiero saber que pasará con los personajes 🙂
Muchas gracias, Eduardo 🙂
Por muy triste que sea que Ash sea un fantasma ahora, estoy muy satisfecha con la muerte de Draco: Como Ash participo en su venganza, como fue Al quien lo mato, y como James participo dejando que todo sucediera.
Ahora… tengo una duda, Al no tenia la piedra de la resurrección? Y en ese caso, esa piedra no logra liberar a los fantasmas de su eternidad en la tierra? Eso seria una solución perfecta
El razonamiento de porque Draco pelea del lado de Harry es brillante, como no es solo conveniencia (porque cree que Al no ganara la guerra) si no por que asi su legado estara seguro, me encantó
Corto pero emocionate! Saludos Mich
Es una buena observación. El problema es que, por muy bueno que sea Ash a nuestros ojos, él ha matado a unas cuantas personas. Siguiendo órdenes de Albus, claro, pero es un asesino. Si Albus usa la Piedra para enviarlo al Otro Lado, ¿quién sabe qué castigo le puede esperar?
Curiosa observación viniendo de vos…
Yo creo que la Piedra podría hacer su trabajo y abriría la «Puerta» para que Ash «cruce». Me parece que lo éste haya hecho o porqué lo haya hecho no influye en el evento material de que un fantasma se «desvanezca» o en la «forma de vida» que tenga «detrás del Manto». Incluso tenemos la evidencia de que hasta los asesinos, siempre y cuando estén en Paz consigo mismos, pueden «cruzar el portal» y «vivir en Paz»… por lo menos eso me pareció ver en Sirius, James y Remus (siguiendo el Cannon) y en Severus (si tomamos en cuenta tu historia).
Por otro lado, ciertamente es peor castigo la eternidad para Ash toda vez que lo que deseaba era estar con Al… Tal vez en el umbral de su muerte, Al pueda «despedirse» de él y ambos crucen el Portal…
MATASTE A DRACO… sufrio.. vio sus entrañas…!!! seee..! soy sadico pero no me gusto que haya matado a Ahston.!
Creo que en cierto nivel Draco pensó que podría quedar en una posición más ventajosa de posguerra si él mataba a Albus en vez de Harry, y que Al iba a estar tan cegado por la ira que iba a pelear mal.
Pero no lo subestimó. Buscó ventaja. Allí está Draco pintado. Me encantó eso y OH POR TODOS LOS CIELOS… AMEEEEEEEEEEEEEE LO DE LAS ESTATUAS.
Lo que sí no me gustó fue lo de James (es decir, no por la historia, quedó perfecta, sino por el personaje). Si tan solo se hubiera dejado ver por Albus y permitido aún así que lo matara a Draco, de hecho, con que lo hubiera visto Ash solamente me habría bastado… pero me parece hmmmm ¿cobarde? el que lo haya dejado morir así y que ni siquiera piense en decirlo nunca. Es incluso hasta cruel para él porque dudo mucho que pueda vivir «en paz» con ese peso en su conciencia además de con la muerte de Ash. Lo habría esperado de Ron, de Lily, ¿pero de James?. Me duele que haya pasado así.
By the way, el hecho de que lo más importante para Draco sea su hijo y no su bienestar personal como le han achacado toda su vida (y a su padre antes que a él) es un detalle que NUNCA OLVIDARÉ Y TE AGRADECERÉ POR SIEMPRE JAMAS.
Nuevamente genial, no tengo más para agregar, espero al siguiente. )
Me alegra que te haya gustado, Agus 🙂
Muy buen capitulo pero no me gusto que Malfoy muriera bueno es tu libro y tu decides quien vive y quien muere ahora pues espero que tambien mates al traidor de James.
Y que le des mas Pelotas a Harry porque ahora sin Malfoy Harry pobre sus decisiones estan basadas en su am or de Padre y para eat a altura del partido e k ya tiene que haberse Dado cuenta que la unico solucion es matar a Album porque el es malo es peor que Lord Voldemor
Gracias por publicar
A todos les toca perder un personaje favorito del fanfic. Valar morghulis 😀
Ya veremos cómo sigue reaccionando Harry a lo que hace Al.
Saludos!
Sencillamente alucinante, joder estoy deseando saber que pasa. Me encantaron las últimas palabras de Malfoy a James y el fantasma de Ash siempre ha sido uno de los aliados más fieles de Albus, era como una especie de Bellatrix pero sin estar loca, me da mucha pena que muriera…
Es una buena comparación, la de Ash y Bella 😀
Saludos!
y yo me pregunto, DONDE ESTA SCORPIUS? en un momento pensé que aparecería y le rogaría a Albus por la vida de su padre, no puedo creer que este quedando la caga y el ni siquiera eche un vistazo, es que esta desconectado de todo?? excelente capitulo Martín! 😀
Scorpius es neutral ahora, no quiere apoyar a Albus ni a su padre.
Saludos!
Increible capítulo, me encantó. Podría hacerte la siguiente pregunta:¿ James dicidió no atacar a Albus por qué odiaba a Malfoy o por qué no está preparado para matar a su propio hermano?( ni si quiera lo desmayó ni nada). Me gustó como marcaste el vínculo entre Albus y Ash mostrando como no aceptó ir al » más allá» para quedarse eternamente en el mundo junto a Albus. Excelente.
Saludos
James decidió no atacar a Albus porque él también quería vengar la muerte de Ash. Dejar morir a Draco fue su contribución.
Saludos!
Gracias, no pude responder antes porque estuve de viaje.
Saludos
Es la primera vez que comento. Me leí el fic de una vez, en una semana en la que me tenía obsesionada. Luego vino el parón. A veces pienso en volverlo a leer pues se me olvidan detalles, tan compleja es la trama. Es simplemente genial. El mejor long-fic. Aparte de esto decir que la muerte de Draco me ha «chafado» no porque me guste él, pero tenía las ideas más claras que ninguno de su bando. El personaje de Harry se ha quedado muy plano, es el bien, lo correcto, sin matices. James ha puesto su dolor por delante, eso le hace débil. Están por ello en clara desventaja. Albus en cambio está lleno de matices, de ser justo y leal ha pasado a perder el norte y ser cruel, manipulador y leal. Un pequeño inciso que tiene que ver con mis gustos personales, siempre echaré de menos un Ron que hubiese sido bobo pero valiente. Normalmente es mi personaje favorito. Gracias por escribir.
MAGNIFICO!
Un capitulo que me ha dejado satisfecha pese a lamentar que te cargues a otro de mis favoritos :’)
Isaac y Ash… En el capitulo anterior pensé en lo mucho que iba a echar en falta algun que otra participación de éste último, pero en este cap. has llenado ese vacío dandole participación en su propia venganza.
Pero sobre todo, lo mejor del capitulo para mi ha sido tu estilo al plasmar las razones de ser de cada personaje. En especial la ultima parte con James.
Me he acostumbrado a que no nos des las cosas masticadas, dejandonos cavilar sobre los hechos un buen rato incluso despues de cada lectura. Eso es genial.
Gracias por este fic, Martin.
che martín, sos un grande xd
bueno, ahora me puse a releer unos cuantos capitulos
lo que es seguro, albus va a morir
-Rosie, no me ofende que me hayas preguntado eso, sino que me desconcierta. Albus está muerto -dijo, poniendo énfasis en las dos últimas palabras-. Tú fuiste testigo, tú sabes cómo pasó mejor que nadie.
y tanbién creo que esto tiene que ver….
El juramento de sangre no tenía un carácter tan vinculante como un Juramento Inquebrantable, pero era un compromiso importante. Si Albus cambiaba de opinión y dejaba vivir a Harry, entonces la magia se lo haría pagar de una manera u otra. No moriría, pero el resto de su vida estaría lleno de toda clase de desgracias. Ya no había marcha atrás.
a ver, llego a una conclución…
albus le perdona la vida a su padre, pero el va a pasar todo tipo de desgracias, y va a terminar suicidándose,, y de seguro, será orrible…
bueno, es una toería leuendo los capis de los supervivientes y de la muerte de isaac… me voy a releer y a er si se plantea otra teoría…
salu4, a estudiar 😀
Ay, tu, me tienes con el alma en un hilo, excelente como siempre Martín
Quiero otro capi porfiiii
Waooooo!!!!!… Llevooo tantooos años leyendooooo este fic que no se si quiero que ya se acabeeeeee o que sigaaaa masss y masss…. Como siempre Martin fueee un capitulo cardiacooo… Sige asiii y muchoss exitos!
Aja y otro como para cuando?!
La muerte de Draco estuvo genial (mi parte sádica disfrutó imaginando las tripas saliendo de su panza)… Me preocupa el hecho de que aparte de Lily, el bando de Harry sea más ‘justo y misericordioso’ que objetivo… Harry cegado por el amor de padre y envuelto en sus ideales de lo ‘correcto’ no está capacitado para enfrentar a Albus… veremos que pasa al final
Como siempre… Genial! y muchas gracias por este capítulo!