Cuando retornó a la tienda de Albus, Valerie lo encontró sentado tras su escritorio, componiendo un texto.
—¿Qué estás escribiendo? —le preguntó.
—Algo que espero que no sea necesario aún —dijo Albus. Dejó su pluma en el tintero, levantó el pergamino para examinarlo por última vez, y tras unos segundos de lectura, rubricó su firma al final del documento y le estampó un sello.
—Espero que no hayas dejado que nadie lo vea —señaló Valerie—. Las tropas no se sentirán muy confiadas de la victoria si se enteran que el comandante redactó su testamento antes de ir a la batalla.
—Esto no es broma, Valerie —replicó Albus—. Aún con el golpe que le dio mi querida hermana a mis finanzas destruyendo mi Piedra Filosofal…
—La Piedra de Emma Barfleur, querrás decir —acotó Valerie.
—Aún así —dijo Al, haciendo caso omiso del comentario de su novia—, tengo una cantidad sustancial de oro depositada aquí y en el extranjero. Algunas propiedades también. Quiero asegurarme de que estés bien provista si me llega a ocurrir algo.
—Si te pasa algo, ¿crees que el Ministerio va a respetar tu testamento? —dijo Valerie.
—El nuestro, no, pero el francés tal vez sí. Tú eres una de las mayores beneficiarias, claro, y también tu hermano; los dos tienen ciudadanía francesa además de británica.
—Vive le France, entonces —dijo Valerie, mientras se acercaba a Albus, que seguía sentado tras su escritorio, y lo abrazaba por detrás—. Pero, ¿acaso no temes que tu perversa novia Slytherin vaya a asesinarte en la batalla para quedarse con la herencia?
—Siempre tengo miedo de que mi perversa novia Slytherin me asesine —dijo Albus, entrelazando sus dedos con los de ella—. Le he dado muchos motivos a lo largo de los años.
—Quizá solo está esperando el momento más propicio para atacar. Aunque, ¿qué ventaja tendría matarte ahora, cuando tienes tantos otros enemigos que podrían hacerlo por mí? —dijo Valerie, plantando un beso en su coronilla.
—Bueno, espero que al final seas tú, y no el tarado de mi padre, quien ponga fin a mi reinado de terror y locura —replicó Al. Los jóvenes rieron y Albus giró su silla para poder ver de frente a Valerie. La chica se sentó sobre su regazo.
—Creo que deberás reescribir el testamento, amor.
—¿Por qué? —dijo Albus.
—Bueno, hay un beneficiario que deberás agregar.
—No creo haberme olvidado de nadie.
—Yo diría que sí. En unos ocho o nueve meses, habrá una personita muy importante a la que vas a querer dejarle mucho, mucho dinero —dijo Valerie, acariciando el rostro de su novio.
—¿Estás diciendo lo que yo creo que estás diciendo? —el ojo de Albus comenzó a abrirse.
—Estoy bastante segura —dijo ella, disfrutando de la expresión de estupefacción y creciente alegría en el rostro de su pareja.
Albus levantó a Valerie en sus brazos y la hizo girar mientras ambos estallaban en carcajadas. Luego se detuvo y la bajó de nuevo al suelo. La miró a los ojos.
—Dos personas no podrían haber sido más felices de lo que hemos sido —dijo él.
—De lo que hemos sido, lo que somos y lo que seremos —lo corrigió ella con ferocidad—. No dejaré que nos arrebaten esto.
—Eres la respuesta al acertijo de Sansón —dijo él, antes de darle un profundo beso. Si bien la frase de su novio la desconcertó, tener sus labios contra los de ella le hizo olvidarse por completo de todas sus dudas. Solo estaban ella y él, y eso era todo lo que importaba. Cuando se separaron, Valerie miró al único ojo verde de Albus.
—Te amo —le dijo.
—Yo también —respondió él.
Se estaban besando por segunda vez cuando escucharon una tosecita. Ambos miraron en dirección a la entrada de la tienda y vieron allí de pie a Agamenón Lestrange.
—Siento interrumpirlos —dijo el joven rubio, que parecía tan incómodo como si los hubiera pillado haciendo el amor.
—No te preocupes —dijo Albus, sonriendo a Lestrange—. Valerie acaba de darme una gran noticia, y me alegra que seas el primero de mis amigos en saberla.
—El segundo, en realidad —dijo Valerie—. Lo hablé con Alcyone antes. Y antes de que lo sugieras, si intentas dejarme en el campamento durante la batalla, te cortaré la virilidad y se la daré de comer a las cabras.
—Hola, siglo XV —respondió Albus, y le dio otro beso a Valerie—. Me has hecho muy feliz.
—Los dejaré solos. Tengo que hablar con Jezzie para ver quiénes irán con cada una de nosotras.
—De acuerdo —dijo Al, dándole un último beso de despedida. Valerie sonrió a Agamenón antes de dejarlos solos.
—Entonces, ¿cuál era la noticia? —preguntó Lestrange—. ¿Qué es lo que te dijo?
—Voy a ser padre —respondió Albus, con una sonrisa cargada de orgullo.
—Al, eso es magnífico —dijo Agamenón, y se acercó a Albus para darle un abrazo—. Estoy muy contento por ustedes dos. Los felicito.
—Gracias, Les. Supongo que pronto tendremos que elegir padrinos y decidir el nombre. Después de la batalla…
—¿De modo que sigues pensando en pelear? —preguntó Agamenón.
—¡Pues claro que sí! —dijo Albus—. ¿Es por eso que querías hablar conmigo? ¿Para volver a pedirme que haga la paz…?
—No, no —dijo Agamenón, mientras meneaba la cabeza—. Solo pensé que sabiendo esto, tal vez tus perspectivas a futuro habrían cambiado. Eso es todo.
—Nada ha cambiado —dijo el Hacedor de Reyes, con serenidad—. La única forma en que podré estar en libertad y criar a mi hijo en mi país junto con la mujer que amo es destruyendo a mi padre de una vez por todas. Y todos quienes lo acompañan deben caer con él, para que vean lo que sucede cuando me desafían.
—Está, bien, está bien —dijo Agamenón, asintiendo—. Olvida lo que dije. ¿Quieres beber algo para celebrar?
—Seguro —dijo Albus—. Pero solo una copa. Hay un poco de hidromiel allá atrás —dijo, señalando una mesita con botellas y copas—. ¿Quieres servir un par de vasos?
—Claro —dijo Agamenón. Le dio la espalda a Albus y cuando se volvió hacia él, tenía dos copas de bebida dorada en las manos. Albus tomó una—. ¿Por qué quieres brindar?
—Por el bebé de Valerie. Ojalá sea una chica tan guapa como ella, y tan lista como nosotros dos.
—¿Así que quieres que sea una chica? —preguntó Agamenón.
—Sí, lo preferiría —dijo Albus.
—Bueno, un brindis por tu hija —dijo Agamenón, y bebió un trago de hidromiel. Albus se llevó su copa a los labios.
Súbitamente escuchó un fuerte pitido. Tanto él como Agamenón se sobresaltaron. El ruido provenía de uno de los cajones de su escritorio, donde él había guardado su chivatoscopio.
Su ojo se encontró con los de Agamenón, y Albus lo supo.
Con un veloz movimiento, le arrojó el contenido de la copa a la cara. Los reflejos de Agamenón le permitieron esquivar el líquido, pero la manga de su túnica se mojó, y comenzó a humear y desintegrarse, a medida que el ácido consumía el tejido; el resto del hidromiel cayó sobre la alfombra, dejando un agujero oscuro y siseante. El chivatoscopio que había alertado a Albus de que el hidromiel había sido adulterado seguía haciendo un ruido agudo y cada vez más ensordecedor. Agamenón tenía la varita escondida bajo la manga y se lanzó presto al ataque.
—¡Avada Kedavra!
Albus hizo levitar su escritorio y lo usó como escudo entre la Maldición Asesina y él; el rayo verde hizo que el mueble estallara hasta convertirse en astillas, pero detuvo el hechizo. Albus consiguió desviar el segundo Avada Kedavra de Agamenón con un Impedimenta, e intentó usar un Levicorpus para dejar a su enemigo colgando cabeza abajo; no obstante, Lestrange consiguió esquivar el hechizo. El Gryffindor metió la mano dentro de su túnica y de un bolsillo sacó un frasco, que destapó y arrojó al suelo. De él comenzó a brotar un vapor violeta que hizo que el Hacedor de Reyes comenzara a sentirse mareado. Además, el humo llenó toda la tienda, impidiéndole ver a Agamenón.
Afortunadamente, Albus estaba cerca de su cama, y sobre ella había dejado la Capa de Invisibilidad. Se cubrió con ella, logrando cierto alivio del efecto de la poción que Agamenón había vertido. Un tercer Avada Kedavra de Agamenón impactó sobre el lecho, forzando a Albus a echar cuerpo a tierra y alejarse lo más rápido que pudo. Aprovechó unos segundos de vacilación de Lestrange para echarse un Encantamiento Burbuja sobre la cabeza, cosa que su rival parecía haber hecho ya, pues el gas no le provocaba daño.
Agamenón alzó su varita y gritó:
—¡DROCH TEINE!
Un león de fuego se materializó y comenzó a devorar las paredes de tela de la tienda. Agamenón, ni lerdo ni perezoso, salió corriendo inmediatamente. Había sido un movimiento inteligente; aún con la Varita de Saúco, Albus tardaría un buen rato en contener y hacer desaparecer el Fuego Demoníaco que su amigo había conjurado; eso, sumado a la confusión que causaría el súbito incendio de la tienda del comandante, le daría a Lestrange tiempo para huir del campamento.
***
Los cuerpos habían sido colocados en filas en la calle y estaban cubiertos por sábanas que habían tomado de las casas desocupadas de los muggles. Decenas de personas habían muerto a manos de los vampiros, y muchos de los supervivientes estaban aturdidos por el shock. Ginny Weasley había estado hablando con varios de ellos, tratando de hacerles recobrar la calma, pero las palabras tranquilizadoras habían sonado huecas mientras las decía; ella sabía que solo era cuestión de tiempo para que recibieran un nuevo ataque, más feroz aún, de parte del ejército de Albus.
Una persona con quien quería hablar parecía eludirla constantemente. Harry parecía estar en todas partes al mismo tiempo, dando instrucciones, consolando a los que habían perdido amigos y parientes en el ataque, brindando consejos a los magos más jóvenes para la batalla. Pero a Ginny apenas había tenido tiempo de darle un breve saludo cuando llegó al pueblo junto con sus padres.
Luego de esperar inútilmente que su esposo se dignara a ir a hablarle, Ginny optó por ir al cuartel de bomberos, sabiendo que Harry entraba y salía continuamente del edificio. Solo debió aguardar media hora; cuando lo vio atravesar la puerta, lo llamó.
—Harry, ¿podemos hablar?
—No sé si tenga tiempo —se disculpó Harry—. Draco Malfoy y yo tenemos…
—Harry, por favor. Es importante —insistió Ginny. Ella vio que su esposo daba un leve suspiro, como siempre que debía hacer algo que no deseaba hacer, y se acercó a ella.
—Está bien —dijo Harry. Apoyó la mano sobre el hombro de Ginny y la condujo hacia una oficina vacía. Cerró la puerta, y le indicó que se sentara en una silla.
—¿Qué ocurre, Ginny?
—Necesito saber qué planeas hacer con nuestro hijo —dijo Ginny.
—Creo que ya lo sabes. Quiero derrotarlo. Quitarle la Varita de Saúco de una vez por todas.
—Derrotarlo —repitió Ginny—. ¿Y cómo vas a hacer eso, exactamente?
—Lo Desarmaré —respondió Harry—. ¿Qué más iba a hacer?
—Bueno… yo solo quiero estar segura de que no planeas…
—Ginevra —dijo Harry—, no quiero que lo menciones, siquiera. Voy a Desarmar a Albus. Quizá deba utilizar hechizos más… agresivos que un Expelliarmus, pero no pienso llegar más lejos. Solamente necesito arrebatarle la Varita de Saúco. ¿Eso es todo?
—No —dijo Ginny, aunque ya estaba un poco aliviada—. ¿Qué pasará con él luego?
—¿Luego de la batalla?
—Sí. ¿Lo mandarás a Azkaban?
—Es inevitable —dijo Harry—. Cometió infinidad de crímenes, mató a cientos de magos y brujas cuyos parientes querrán que se haga justicia. No puedo dejar que salga impune.
—¿Por el resto de su vida? —inquirió Ginny.
—No lo sé —dijo Harry—. Todo dependerá de si se rehabilita o no. Quizá, dentro de muchos años, cuando ya no represente un peligro, pueda recibir la prisión domiciliaria. No podría hacer magia, por supuesto, pero estaría en una casa, no en una celda. Viviría contigo, o conmigo…
—¿No con los dos? —observó Ginny. Harry se ruborizó.
—Ginny, yo quería hablar contigo de eso, pero…
—Lo sé —dijo ella—. Hermione y tú.
—Te juro que nunca fue mi intención engañarte. Tú y yo ya estábamos separados cuando empezó, y Ron había fallecido.
—Soy consciente de eso —dijo Ginny—. No voy a simular que no preferiría que hubieses elegido a otra mujer para formar una nueva pareja. Pero sé que no fue por ella que nosotros rompimos.
—Siempre te querré —dijo Harry, acariciando el hombro de su mujer.
—Yo también —dijo ella, sonriendo débilmente—. Eres el padre de mis hijos.
Ginny y Harry permanecieron en silencio por unos instantes, hasta que alguien golpeó la puerta de la oficina. Harry fue a abrirla, y se encontró con Draco.
—Siento interrumpirlos, Potter, pero hay novedades.
—Está bien, Malfoy. Ginny, necesito ocuparme de esto.
—Hazlo —dijo ella—. Y no olvides lo que me dijiste.
—No lo haré —le aseguró Harry.
Draco permaneció silencioso mientras conducía a Harry afuera del cuartel, cosa que Harry agradeció.
—¿Qué ocurre, Malfoy? —le preguntó Harry, finalmente.
—Parece que tenemos un nuevo recluta.
***
El gas que había soltado Agamenón Lestrange en la tienda contenía un veneno letal, pero tratable. El Sanador Shafiq había logrado identificar la sustancia apenas oyó la descripción de Albus, y le administró el antídoto correspondiente, solicitándole que guardara reposo al menos una hora. El Hacedor de Reyes cumplió con sus indicaciones solo a medias: aceptó recostarse sobre uno de los catres de la tienda-hospital, pero convocó a todos sus amigos allí para una reunión.
Aún de haber estado completamente sano, no habría podido celebrarla en su propia tienda, ya que se había consumido en las llamas. Toda su ropa, sus libros, sus papeles (incluyendo el testamento que acababa de redactar) se habían quemado; solo había conseguido salvar del fuego las cosas que llevaba encima, entre las que se hallaban las tres Reliquias de la Muerte. Y aún así, podía considerarse afortunado: un Fuego Demoníaco no contenido hubiera incendiado todo el campamento, la casa del granjero Jones y unas cuantas granjas vecinas más.
Ahora Albus miraba al techo de la tienda. Jezebel Smith estaba hablando, pero él apenas la escuchaba.
—Lestrange usó un hechizo Muffliato para que nadie en el campamento escuchara el ruido de su duelo contigo. Él esperaba que el hidromiel te matase, pero si algo salía mal quería estar seguro de que nadie viniese a ayudarte. Aún no sabemos qué hechizo utilizó para cambiar las propiedades del hidromiel de tu copa y volverlo corrosivo, pero cuando examinemos sus papeles tal vez lo descubramos. No creo que su plan fuera matarte con el ácido; lo más probable es que una vez que lo hubieras bebido, él te habría rematado con una Maldición Asesina.
“Cuando lo vimos salir corriendo de tu tienda con la varita en la mano, nos pareció por obvios motivos una actitud sospechosa, y mandé detenerlo, pero para ese entonces muchos vieron las llamas, reconocieron el Fuego Demoníaco y buscaron mantenerse alejados de la escena del atentado. Lestrange se convirtió en halcón y huyó volando antes de que nadie tuviera oportunidad de Aturdirlo.
—Ya debe estar camino a Londres ahora —dijo Valerie.
—No —dijo Albus—. No, él es mucho más listo que eso. Va a ir al Valle de Godric, a unirse al ejército de mi padre.
—¿Y Harry Potter lo aceptará? —preguntó Louis.
—Por supuesto que sí —dijo Albus—. Mi honorable padre estará eufórico cuando ese traidor de Lestrange aparezca en su puerta con mi plan de batalla bajo el brazo.
“No importa. No importa —dijo Albus, casi para sí mismo, con los dientes apretados—. Podemos cambiar de plan. Entraremos a ese pueblo de mierda y los mataremos a todos. Voy a encontrar a ese traidor y voy a abrirlo en canal. Lo último que verá será su corazón en mis manos. Lo juro. Agamenón Lestrange va a morir por esto. Y cuando haya acabado con esa rata de alcantarilla, será el turno de mi padre.
***
Cuando Agamenón terminó de hablar, Draco y Harry intercambiaron una mirada.
—Esto es muy útil, Lestrange —dijo Draco—. Me consta que la Veritaserum no está adulterada. ¿Supongo que nos darás tus recuerdos para que los examinemos en un Pensadero y podamos corroborar lo que dices?
—Como quieran —dijo Agamenón, que parecía exhausto. Todavía tenía el rostro cubierto de hollín por culpa del Fuego Demoníaco—. Pero el Hacedor de Reyes va a atacar en cualquier momento. Necesitan prepararse.
—Oh, ya estamos preparados para mi hijo —respondió Harry—. Ahora dime, Lestrange: ¿jugabas al Quidditch cuando ibas a Hogwarts?
Ya no sé si leo un fanfic o Games of Thrones con personajes de Harry Potter :’v
Voy a tomarlo como un elogio 🙂
Debo decir que nunca confié en Agamenón, pero a estas alturas no me esperaba una traición de parte de loa amigos de Albus…sólo de Valerie, pero ella tiene otras razones.
Excelente capítulo Martín, no puedo esperar a ver el final.
Agamenón siempre fue el más decente de todos. Sabía que matando a Albus iba a evitar la batalla, y quería ahorrar vidas.
Saludos!
Esto me recuerda a que martin dijo que no se podia confiar en nadie, pero nunca pense que alguien tan cercano a Albus lo traicionaria, mas aun cuando le acaba de decir que sera padre. Odio ver que Albus pierda, pero el fic se llama harry potter y el hacedor de reyes, esta en el titulo que harry va a ganar
Gracias por el increible capitulo
Creo que la revelación de que Albus iba a tener un hijo hizo vacilar un poco a Agamenón, pero apenas Al le dijo que «esto no cambia nada», resolvió seguir adelante con su plan.
Saludos!
Brillante! No sé porque, pero ya veía venir eso de que Agamenón traicionara a Al xd desde que dijo que quería evitar la siguiente batalla 🙂 Me encantó este cap. Y espero sigan saliendo más sobre los vampiros (y a quienes convertirán para qe sean 10 de nuevo, sino pues ni modo ) jajaja saludos y sigue escribiendo lo haces de maravilla.
No creo que los vampiros vayan a reaparecer, en el contexto del fanfic hay que verlos como un One-Scene Wonder. Pero si alguna vez llego a escribir una historia original de vampiros, tendrán las mismas características que los que vimos (quizá hasta reaparezca la propia Cecylle Leyton).
Saludos!
Yo creo q a estas alturas tendré q releer todo el fic. A veces me pierdo, han sido muchos años. Excelente como siempre Martín.
Muchas gracias 🙂
Sabemos seguro de 3 supervivientes en el futuro: Scorpius, Rose y el Black. Y viendo como Albus desciende mas y mas hacia un ser vengativo y sin corazón, me da a mi que pocos mas van a llegar a viejos. De hecho, dudo horrores que Valerie sobreviva a esta batalla, ya que sería el golpe final a la cordura del Hacedor.
pd: alguien se acuerda cual era el episodio en el que Scorpius se reune con Rose y hablan del pasado?. Era bastante revelador sobre lo que pasará en los próximos capítulos.
Valerie va a sobrevivir a esta batalla, pues ya la mostré adulta y casada con Antoine Zabini en este capítulo.
El capítulo de Rose y Scor al que haces referencia es este.
Saludos!
Gracias, Martin!!! La verdad es que ya no me acordaba del destino de Valerie, pero cuando leí lo del embarazo, pensé que perdería al hijo de Albus (y su propia vida) en la inminente batalla.
A grandes rasgos ya sabemos el bandor ganador, pero ¿quien vive?, ¿quien muere?, ¿quien va a Azkaban, cuanto tiempo?.Con tantos Potter,
Weasley, tantos Aurores y aliados de Albus concentrados en un solo pueblo, los próximos capítulos van a ser de infarto.
Yo también pensé que Valerie moría en la batalla, eso sería perder la última hebra de cordura de Albus. Pero ya se aclaró que no es así. Pero el capítulo de Valerie adulta me da a entender que finalmente Albus cae por una traición de ella…
Yo apuesto a que Lily la hiere en la batalla y, a consecuencia de las heridas, pierden el bebe. Asi Albus perdería cualquier cordura que le quedara y ya no tendría el mínimo reparo en atacar a muerte a cualquiera de sus hermanos.
De todas maneras, no creo que la batalla sea tan simple. No olvidemos que la piedra Filosofal sigue existiendo, al contrario de lo que Albus piensa. Y si su padre está tan seguro de poder defenderse de un ataque de su hijo, bien podría tener que ver con esa arma «secreta».
Todo es posible, Victor 😀
Saludos!
Esta super pero contigo siempre es de lo bueno poco, creo que todos estados en ascuas para saber lo que va a Pasar esta super interezante y no puedo esperar a saber mas
Gracias por retomar el fic
Me alegra que te haya gustado tanto, Flor.
Saludos!
Cuantos capitulos quedán para el final?
No sabría decirlo con exactitud, pero me gustaría poder terminarla en diciembre.
Saludos.
Excelente capítulo, me resultó corto pero intenso, Interesante que Agamenón actuara tan pronto. Esperaba traiciones pero más adelante, en la batalla. Me parece algo más que justificado de todas maneras, el esperó hasta la última respuesta de Albus para actuar y si el hecho de tener un hijo no lo va a frenar nada lo hará. Albus está loco y ya nadie puede salvarlo, ahora falta saber a cuantos arrastrará a la muerte para conseguir sus fines.
Agamenón no es ningún tonto, de hecho pasó lo mismo que con Scorpius, se dio cuenta que la situación ya no tenía retorno.
Por último leí en algún comentario que te comparan con Martin y la verdad que es cierto tenés un manejo similar de los personajes, no pasa lo típico de buenos y malos y los buenos matan a los malos, todo tiene un motivo y un desarrollo.
Muchas gracias por la comparación, Agus 🙂
Hola, Martín. Sos un grande, que suerte que ya hayas publicado la continuación(nunca había tenido que esperar para seguir leyendo), igualmente lo publicaste bastante rápido.
Saludos
Hermoso relato, me cuesta pensar que Agamenón no este actuando para infiltrarse en el campamento de Harry; de cualquier forma, si es que lo ha engañado me parece una genialidad de tu parte Martín.
Saludos para todos y feliz día del psicologo( según una amiga es el día del psicologo)
Una cosa que puedo asegurar es que Agamenón no estaba fingiendo pasarse de bando. Realmente quería matar al Hacedor de Reyes, y habiendo fracasado decidió ir a pelear por Harry pues es la única manera de salvarse que se le ocurre.
Una pregunta, el mundo donde sucede esta historia, es el mismo o no es el mismo que el mundo de El Hacedor De Reyes?(supongo que no es, pero por las dudas pregunto)
Perdón, ¿de qué historia estás hablando?
Perdón, pensé que era otra de tus publicaciones(la del coleccionista). Me confundí. Pero en el caso del coleccionista es o no el mismo mundo??
Saludos y perdón por la confusión.
Ah, cierto, no me había dado cuenta. No, no hay que considerar a El coleccionista como parte del mismo universo que el Hacedor de Reyes. El Dennis Creevey badass que vimos en ese relato corto tendría un rol mucho más prominente en la historia de Albus 😀
Cuando me refiero a:» si es que lo ha engañado me parece una genialidad de tu parte Martín», me estoy refiriendo a que si Agamenón seriamente ha engañado a Albus …
Ese momento en el que te das cuenta que Valerie viene de las Montañas de la Luna…
Me acabo de dar cuenta que la granja donde esta Albus es de un tal Jones… No se porque pero creo que se podria encontrar un chancho llamado Napoleon alli.
Exactamente, lo de la granja de Jones es una referencia a Rebelión en la Granja, otra situación en que un tirano con buenas intenciones (inicialmente) toma el poder.
Saludos!
Martin, no lo mates ㅠ por favor, albus es mi ídolo
Ya veremos 😛
Exelente cap 🙂 no puedo esperar al final, pero a la vez no quiero que termine 😦
Hola, Martín. Ya habiendome dicho que Agamenón no fingía, solo puedo hacer algo, pedirte que no mates a Agamenón y si lo haces, hazlo sin que duela( no es mi personaje favorito, pero me cae simpático; pero fue muy cobarde haber hecho lo que hizo)
¡Agamenon es un genio!. ¡Se ha convertido en uno de mis héroes!. Difícil es plantar cara a un hombre como Albus no una, sino dos veces. Y las que le faltan. En este sentido lo admiro mucho… Scorpius se «lavó las manos», pero Agamenon quiso evitar una masacre pero habiendo fallado, no fue a esconderse sino a que se colocó en primera fila del bando contrario.
** SE LEVANTA Y APLAUDE **
Lo que sí me pregunto yo es…. ¿¿¿¿¿¿PERO QUE DEMONIOS HACE LA BICHA ALLÍ PREGUNTANDO POR EL FUTURO DE ALBUSSSS?????????… ¡¡¡¡ SOLO A ELLA SE LE OCURRE QUE HARRY VA A MATAR A SU HIJO !!!!. NO SEA TAN BRUTA… CARAJO…. ESPERO QUE LE TENGAS ALGO MUY FINO PARA SU FIN A LA ROJA ESTA. POR FAVOR.
Y, by the way… ¿en serio le tiró el gancho de que volvieran juntitos para «criar» a su hijito descarriado?. LPMQLP…
P.s. No mates a Harry. Por favor. 😀
Ginny no quería volver con Harry, solo aprovechó la ocasión para tratar de aclarar el estado de su relación cuando él dio a entender que luego de la guerra ellos dos seguirían separados.
Saludos!
Ohhhhhhh… Entonces tiene a alguien y quiere sentirse libre… Bueeeee. Eso está ¿mejor?. :$
No, ella por ahora sigue soltera. Solo quiere confirmar si Harry está con otra.
Ohhh Dios! preví que Agamenón podría traicionarlo… pero de este modo? tan rápido? estoy impactada y complacida.
Cuando Albus dice «—Eres la respuesta al acertijo de Sansón» quede conmovida, el amor que se tienen es extraño y problemático, pero es un amor que representa unos de los pocos valores realmente buenos que tiene Albus.
Saludos, Mich
Fue un comentario muy perspicaz de tu parte 😀
Lo de Sansón es la explicación del viejo flashforward donde Valerie lee la historia del acertijo en la Biblia. Ella es la miel en la boca del león.
(No se me ocurrió a mí, el copyright es de Thomas Harris en Hannibal, pero en un fan fiction uno puede plagiar a dos manos 😀 )
Lo de Lestrange se veía venir desde… bueno, desde hace mucho xD -lo sorprendente es que se hubiera tardado tanto-.
A mí lo que me resulta relevante aquí es que sabemos que Valerie sobrevivirá, así como MiniAlbus, y ella solo le ha contado a Alcyone -que, por el tono de las memorias de Livius la veo muerta- y a Agamenón -quien ahora está con Harry-. ¿Le contará a Harry que será abuelo o morirá antes? -sep a Lestrange también lo veo muerto-.
BTW Ginny me dio mucha lástima, la pobre quería volver con Harry para terminar de criar al bastardito. Es que como que no se entra de nada la pobre xD
En realidad se trata de dos embarazos diferentes de Valerie; recuerda que ella va a un Sanador y se entera que está embarazada en ese capítulo de flashforward.
Señores y Señoras, me acabo de enterar de algo increible que la autora de HP está escribiendo una obra de teatro como continuación del unvierso de Hp(Justo donde terminó su saga, o sea en el momento que este fic empezó, el final de la guerra). Se los hago saber porque , si bien no se si esta obra va a ser publicada como material escrito, me parece que a todos los seguidores del fanfic nos gustaría saber cuan ajustado esta este fic con respecto al nuevo material(aunque si no estuviera tan ajustado sguiría siendo mi fic favorito) y , aparte, porque a todos nos gustaría(creo yo) seguir disfrutando del universo de HP.
Saludos.
Ya comenté algo de eso en la página de Facebook.
Saludos!